Washington/dpa

Donald Trump incrementó hoy su presión sobre México para que expulse de su territorio a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos, amenazando con cerrarla permanentemente tras dos cierres temporales en los pasados días.

«México debe devolver a los migrantes, muchos de los cuales son fríos criminales, a sus países. Háganlo por avión, háganlo en autobús, háganlo como quieran, pero NO van a entrar en Estados Unidos», escribió el presidente en Twitter.

«Cerraremos la frontera permanentemente si necesitamos hacerlo. Congreso, ¡financia el muro!», clamó Trump a primera hora de la mañana en la red social.

La amenaza de Trump llega un día después de que las autoridades estadounidenses reprimieran el intento de un grupo de migrantes de cruzar desde Tijuana a California saltando la valla fronteriza.

Utilizaron gases lacrimógenos y cerraron durante varias horas el paso fronterizo de San Ysidro. Es el cruce más concurrido desde México: a diario entran a Estados Unidos por él unas 110 mil personas, tanto a pie como en automóviles o autobuses.

El punto de acceso de San Ysidro ya fue cerrado el lunes de la semana pasada también durante varias horas para reforzar la seguridad, después de que Estados Unidos tuviera noticia de que podía producirse un asalto a la valla como el que finalmente tuvo lugar este domingo.

En Tijuana hay más de 4 mil 700 migrantes centroamericanos, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador.

Han ido llegando hasta la ciudad fronteriza en caravanas que partieron del violento Triángulo Norte en octubre con la intención de alcanzar Estados Unidos y pedir asilo en el país. Recorrieron unos 4 mil kilómetros. Se espera además la llegada de otros que siguen avanzando por México.

Esta escalada tiene lugar a falta de pocos días para el traspaso de poder en México, donde el próximo 1 de diciembre asume la presidencia el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

«The Washington Post» informó durante el fin de semana de que la nueva Administración mexicana y la de Trump habían llegado a un acuerdo para que los migrantes que quisieran solicitar asilo en Estados Unidos permanecieran en suelo mexicano durante el proceso. El equipo de López Obrador lo desmintió.

Trump envió a la frontera más de 5 mil 600 soldados en activo ante el avance de las caravanas migrantes, una cifra que es más del doble del despliegue estadounidense que hay ahora mismo en Siria. De ellos, 1.300 están en el estado de California. El resto se reparte entre Texas (2 mil 800) y Arizona (1 mil 500).

El mandatario, que ha calificado el movimiento de las caravanas como una «invasión», firmó además el 9 de noviembre una orden que impide pedir asilo a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera.

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