Roma/dpa

La Fiscalía italiana comunicó hoy que quiere embargar el barco «Aquarius», utilizado para el rescate de migrantes en el Mediterráneo, bajo la acusación de tratamiento ilegal de residuos peligrosos.

El «Aquarius», operado por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y por SOS Mediterrané, se encuentra en este momento atracado en Marsella, Francia, por lo que la orden de embargo no ha sido ejecutada.

El barco no puede operar porque no cuenta con una bandera de navegación después de que Panamá le quitara el permiso. Sin embargo, de solucionarse esta situación la inmovilización italiana sería otro obstáculo para evitar que reanude sus actividades de rescate.

Los medios italianos informaron que los fiscales de Catania encontraron evidencia del tratamiento ilegal de 24 mil kilos de basura entre enero de 2017 y mayo de 2018.

Los cargos afectan al «Aquarius» pero también al «Vos Prudence», otro barco de rescate que MSF operó hasta octubre de 2017.

La tripulación de los barcos es acusada de tirar la basura de a bordo durante las paradas en puertos italianos sin hacer la obligatoria separación de residuos peligrosos.

Según los fiscales, este material incluía ropa que llevaban los migrantes portadores de enfermedades contagiosas como sarna, vendajes ensangrentados y otros residuos médicos, así como también restos de alimentos.

La Justicia ordenó la confiscación de bienes por valor de 460 mil euros (527 mil dólares) y puso bajo investigación a 24 personas, entre ellos el capitán y primer oficial del «Aquarius», así como a ocho empleados de MSF.

En un comunicado, MSF Italia condenó la investigación como «desproporcionada y engañosa» y dijo que su objetivo es «una vez más criminalizar la acción médico-humanitaria en el mar».

Karline Kleijer, de operaciones de emergencia de MSF, recordó que su organización ya ha hecho frente antes a acusaciones italianas sin pruebas acerca de su presunta actuación conjunta con traficantes de personas.

«Todas nuestras operaciones en puerto, incluida la gestión de residuos, siempre siguieron los procedimientos estándar», indicó MSF para rechazar las acusaciones, además de anunciar que apelarán la inmovilización del barco.

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, que vetó las actividades de los barcos de rescate de las ONG de los puertos italianos, aseguró que la investigación confirma ahora que la medida fue adecuada.

«Tenía razón cuando bloquee los barcos de las ONG. No solamente paré el tráfico de migrantes sino, por lo que parece, el tráfico de basura», dijo en una declaración.

El «Aquarius» ha estado paralizado en Marsella desde principios de octubre por la retirada de bandera por parte de Panamá.

SOS Mediterrané y MSF han acusado a Italia de presionar a los países para que no otorguen una bandera nacional para poder registrar el «Aquarius».

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