Washington/dpa

Human Rights Watch denunció hoy la existencia de una grave crisis sanitaria en Venezuela y acusó de ocultarla al Gobierno de Nicolás Maduro.

Según la organización de defensa de los derechos humanos, las autoridades venezolanas esconden los datos que demuestran el «colapso» del sistema de salud.

La falta de vacunas ha propiciado el brote de enfermedades antes erradicadas como el sarampión (más de 7 mil 300 casos entre junio de 2017 y septiembre de 2018 frente a solo uno entre 2008 y 2015) y la difteria (más de 2 mil entre julio de 2016 y septiembre de 2018 frente a ninguno entre 2006 y 2015).

Las cifras dadas por HRW se basan en los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Hay enfermedades como la malaria que se han convertido en epidemia por la falta de medicamentos, entre otros factores. De menos de 36 mil casos en 2009 se pasó a más de 406 mil en 2017.

Los casos de tuberculosis han aumentado hasta llegar a una tasa de incidencia récord en 40 años: 32,4 cada 100 mil.

En lo que respecta al VIH, Venezuela se ha convertido en el único país del mundo de ingresos medios en el que numerosos pacientes se ven obligados a suspender el tratamiento por la falta de antirretrovirales. El 87 por ciento de las más de 79 mil personas con VIH inscritas para recibir tratamiento antirretroviral no lo están obteniendo, asegura HRW.

«El sistema de salud pública de Venezuela ha colapsado y ha puesto en riesgo las vidas de un número incalculable de venezolanos», manifestó Shannon Doocy, profesora asociada de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la universidad estadounidense Johns Hopkins.

Formó parte de un equipo de HRW que viajó a la frontera entre Colombia y Venezuela para evaluar el alcance de la crisis humanitaria. «La combinación de un sistema de salud fallido y escasez generalizada de alimentos ha provocado una catástrofe humanitaria, que seguirá empeorando si no se aborda con urgencia», añadió la experta.

En su informe, HRW denuncia que las autoridades venezolanas interrumpieron en 2015 la difusión de actualizaciones semanales sobre indicadores de salud relevantes, una fuente clave de información de salud pública, aunque sigue mandando algunos datos a la OPS.

Cuando la entonces ministra de Salud reanudó brevemente la publicación de los boletines epidemiológicos en 2017, fue despedida, añadió la organización, que asegura además que el Gobierno de Maduro ha tomado represalias contra médicos que han expresado públicamente su preocupación por la crisis o que intentaron difundir datos sobre ella.

Los niveles crecientes de desnutrición agravan además la crisis de salud, ya que contribuyen a que los venezolanos sean más susceptibles a sufrir enfermedades infecciosas y a que las dolencias se compliquen cuando enferman.

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