Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Miles de personas han partido en un éxodo sin precedentes desde Honduras recorriendo Guatemala y México con la finalidad de llegar a Estados Unidos y encontrar un futuro mejor, así como elevar la calidad de vida para sus familias.

Durante el paso de la caravana migrante por el país, La Hora Voz del Migrante, logró documentar los testimonios de familias que señalaron las razones por las que migran, inseguridad, falta de empleos con sueldos dignos, son solo algunas.

Honduras enfrenta una de las peores crisis migratorias de los últimos años, con índices preocupantes como el de la población en condiciones de pobreza que representa un 65.7 por ciento y un 42.5 por ciento en situación de extrema pobreza.

El estudio titulado; «Programa Bono Vida Mejor: Una valoración sobre sus alcances, desde la perspectiva de los derechos de las mujeres», elaborado por el Centro de Estudios para la Democracia y otras organizaciones, documenta que los hogares hondureños sobreviven en hacinamiento, en condiciones de pobreza y pobreza extrema.

El documento también hace referencia al Bono Vida Mejor del Gobierno, cuyo aporte a las personas en condiciones vulnerables es de un ingreso anual en promedio de 10 mil lempiras, el cual se considera escaso.

“-Es- una aportación mínima en cuanto a la necesidad de los hogares, de allí que muy difícilmente este bono pueda aportar a salir de la pobreza a las mujeres porque no llega a cubrir ni las necesidades de familia, mucho menos las de las mujeres”, señala el documento. La situación en cuanto a niñez es similar.

NIÑEZ VULNERABLE
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), las desigualdades sociales y económicas también se ven en la nutrición infantil de la niñez hondureña.

El estudio destaca que, en Honduras, la desnutrición crónica afecta al 42 por ciento de los niños en familias de menores ingresos y solo al 8 por ciento de los que viven en contextos de mayores ingresos.

En cuanto a detenciones de migrantes en la Frontera Sur, Honduras ocupa el segundo puesto, solo después de Guatemala con un total de 50 mil 352 unidades familiares en el año fiscal de 2018. El registro de los niños no acompañados suma 10 mil 913, y también ocupa el segundo lugar en ese aspecto.

Entre Guatemala y Honduras, las cifras de la Patrulla Fronteriza suman a la mayoría de las detenciones del Triángulo Norte.

LUIS RAMÍREZ: EN HONDURAS ESTAMOS ARRUINADOS, NO HAY TRABAJO
Luis Enrique Ramírez llegó a Guatemala en compañía de su esposa y sus dos hijos. Ramírez relató que en Honduras laboró como agente de seguridad, pero perdió el trabajo y llevaba varios días sin poder encontrar uno nuevo.

El migrante explicó que la situación en Honduras es difícil, por eso cuando escuchó sobre la caravana decidió unirse y emprender el viaje, “en Honduras no hay trabajo estamos arruinados, no se puede vivir”, dijo el Ramírez.

Mientras Héctor, originario de San Pedro, salió recientemente rumbo a Estados Unidos, su sueño al igual que el de muchos, es encontrar un futuro distinto.

“Los gobernantes deben enfocarse más en la pobreza… la mayoría de los presidentes son títeres de las empresas privadas y se ayudan entre ellos adueñándose de la riqueza y haciendo al pobre más pobre”, destacó.

A su paso por Guatemala, el hondureño, señaló que en la actualidad las familias más desprotegidas no tienen como salir adelante, porque no hay educación ni salud de calidad en su país.

Al mismo tiempo, afirmó que la ayuda que se les entrega de parte del gobierno, es considerada con fines políticos y al final no llega a quienes lo necesitan.

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