Buenos Aires/dpa

La ex presidenta argentina y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia irán a juicio oral y público acusados de integrar una supuesta asociación ilícita que se dedicó al lavado de dinero y la recepción de dádivas, resolvió hoy el juez Julián Ercolini.

Será el cuarto juicio oral al que deberá someterse Fernández de Kirchner (2007-2015), sobre quien recaen además seis procesamientos judiciales.

La dirigente peronista, de 65 años, también será juzgada en juicio oral y público por supuestas irregularidades en operaciones con el dólar a futuro durante su último año de Presidencia; el presunto encubrimiento agravado de los iraníes acusados por el atentado a la mutual judía AMIA en 1994 a través del memorándum de entendimiento firmado en 2013 con Teherán; y como supuesta jefa de una asociación ilícita que otorgó contratos de obras públicas a un empresario cercano a la familia Kirchner, Lázaro Báez.

El nuevo juicio se basa en la causa denominada «Los Sauces», el nombre de una inmobiliaria de la familia, en la que se juzgará si Fernández de Kirchner, como supuesta jefa de una asociación ilícita, simuló entre 2009 y 2016 contratos de alquiler de propiedades para encubrir retornos de contratistas del Estado. Su hijo mayor, Máximo Kirchner, está procesado como supuesto organizador, y su hija menor, Florencia Kirchner, como supuesta miembro.

Entre los principales clientes figuraron los empresarios Báez y Cristóbal López, ambos presos por otras causas. Se sospecha que los contratos de renta y alquiler se utilizaron para lavar dinero proveniente de sobornos.

La expresidenta enfrenta en tanto dos pedidos de detención por diversas causas. Pero como senadora de la opositora Unidad Ciudadana peronista posee inmunidad y no puede ser arrestada hasta que el Senado apruebe quitarle los fueros parlamentarios.

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