Por agencia/dpa
Roma

Italia volvió a negar la entrada a un barco con más de 200 migrantes a bordo rescatados del mar por una ONG alemana, después de que hiciera lo mismo hace dos semanas con el «Aquarius», que acabó siendo recibido en España.

El barco, que lleva el nombre de «Lifeline» y operado por la organización de ayuda alemana Mission Lifeline, se encuentra actualmente en aguas de Malta con 224 personas bordo que la tripulación rescató en el Mediterráneo.

El ministerio del Interior del nuevo gobierno italiano, el populista Matteo Salvini, aseguró hoy que no atracará en Italia y exigió que malta lo acoja.

Salvini ya había subido la víspera un video a Facebook en el que criticaba a la ONG alemana por no seguir las instrucciones de las autoridades italianas o libias. «Arriesgan las vidas de los inmigrantes en botes hinchables, se niegan a escuchar a las autoridades italianas y libias y (…) cargan esta valiosa carga de seres humanos, de carne humana, a bordo», dijo Salvini. Para él, las ONG son sólo una especie menor de traficantes de personas que quieren hacer dinero con la migración.

La semana pasada, el líder del partido xenófobo Liga, conocido por sus posturas antimigratorias, había negado ya atracar al «Aquarius» con más de 600 personas rescatadas del mar, provocando una crisis que atrajo la atención internacional.

El nuevo Gobierno italiano ha aumentado sus quejas por la gran carga de refugiados que debe asumir y ha exigido la ayuda de Europa para repartirla. A sus costas llegaron la mayor parte de personas que huyó desde el norte de África por el Mediterráneo, entre otras cosas por su cercanía al punto de partida Libia.

La xenófoba Liga es uno de los dos partidos que forman la coalición del nuevo Gobierno italiano, junto al populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

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