Moscú/Ginebra
DPA

Los primeros aviones de combate rusos abandonaron hoy territorio sirio para regresar a su país, pero al menos 800 soldados rusos se quedarán para proteger sus bases aérea y naval en Siria, se informó hoy en Moscú, un día después del sorpresivo anuncio de retirada del presidente Vladimir Putin.

Un escuadrón de bombarderos Sukhoi Su-34 y un Tupolev Tu-154 partió de la base de Hamaimim, en la provincia siria de Latakia, en dirección a Rusia, informó el Ministerio de Defensa en Moscú.

Está previsto que hagan escalas para repostar combustible y para su mantenimiento porque el trayecto es de más de 5 mil kilómetros, se indicó. Después de cruzar la frontera rusa el escuadrón se dividirá y cada avión volverá a su base respectiva.

En la base militar de Hamaimim, el personal seguía preparando más aviones para el regreso a Rusia. Los soldados comenzaron a guardar el equipamiento, después de que el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, ordenara poner en marcha la orden de Putin.

Ayer, el jefe del Kremlin ordenó sorpresivamente la retirada de la mayor parte de las tropas rusas de Siria a partir de hoy, coincidiendo con el quinto aniversario del inicio del conflicto, alegando que su tarea había sido «cumplida por completo». Rusia comenzó en septiembre su campaña militar de apoyo al gobierno de Bashar al Assad ante el avance del Estado Islámico (EI).

Sin embargo, Rusia quiere seguir protegiendo su base aérea de Latakia y también la naval de Tartus, ambas en la costa mediterránea, como dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que señaló que seguirán funcionando y serán protegidas.

«Ello requerirá un mínimo de dos batallones, unas 800 personas», detalló Viktor Ozerov, presidente del comité de Defensa de la cámara alta del Parlamento, a la agencia de noticias Interfax.

«También nos reservamos el derecho de realizar operaciones de reconocimiento aéreo, así que algunos de los aviones y equipos de vuelo permanecerán también», añadió. Además, Rusia podría mantener sistemas de misiles S-400 en Siria para necesidades adicionales de defensa.

Peskov no matizó especulaciones sobre la posibilidad de que los soldados rusos pudieran volver en el caso de una nueva escalada de la violencia. Tampoco terminarán automáticamente los ataques aéreos en Siria, añadió Peskov, quien dijo que aún deben fijarse los detalles y el calendario de la retirada.

Peskov expresó que Putin tomó la decisión de forma unilateral sin debatirla con otros líderes mundiales implicados en el conflicto, informa la agencia de noticias TASS. Sin embargo, en un comunicado el Kremlin señaló que tuvo el consentimiento de su estrecho aliado Al Assad, al mantenerse de forma general el alto el fuego vigente en el país desde el 27 de febrero.

«El mayor riesgo para Rusia en la operación siria era verse arrastrado a un conflicto militar largo. Como vemos, eso no ocurrió», dijo el analista político ruso Yevgeny Minchenko a la agencia Interfax.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, saludó la decisión rusa, precisamente el día de la reanudación de las negociaciones para Siria en Ginebra y manifestó su esperanza en que tenga efectos positivos en el proceso de paz. El lunes, De Mistura se reunió con la delegación del Gobierno sirio y esta tarde se reunirá con representantes de la oposición.

La oposición siria ya manifestó el lunes su escepticismo sobre la decisión rusa. «Debemos esperar el alcance de de la retirada y el marco temporal», dijo Monzer Makhous, portavoz del Alto Comité para las Negociaciones de la oposición.


CIFRAS

800
Soldados permanecerán en Siria para proteger su base aérea de Latakia y también la naval de Tartus, ubicadas en el Mediterráneo.

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