MIAMI
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El debate sobre una propuesta controversial planteada por el aspirante a la candidatura presidencial republicana Donald Trump de cancelar la ciudadanía automática a los hijos de personas que residen en Estados Unidos sin autorización es una mera distracción de lo que el país necesita para controlar el flujo de la inmigración ilegal, dijeron varios de sus rivales en programas televisivos difundidos ayer.

Los hijos de inmigrantes nacidos en territorio estadounidense, aun de personas que están sin autorización legal, han sido considerados automáticamente ciudadanos estadounidenses desde la adopción de la decimocuarta enmienda de la Constitución en 1868 que fue adoptada para garantizar que los esclavos libertos recibieran la ciudadanía. Trump, el magnate de bienes raíces y exprotagonista de un programa de televisión-realidad, agitó el avispero republicano cuando exhortó a repeler la enmienda como parte de su plan inmigratorio.

En los programas dominicales, los rivales de Trump dijeron que hacer cumplir las leyes inmigratorias solucionaría el problema del «derecho natal a la ciudadanía» sin tener que pasar por lo que consideran un esfuerzo poco práctico de enmendar la Constitución.

En cada campaña, hay candidatos que proponen hablar sobre ese derecho, dijo Cary Fiorina, exdirectora general de Hewlett-Packard a NBC. «Enfoquemos nuestras energías políticas en hacer aquello de lo que el gobierno es responsable, como asegurar la frontera y arreglar el sistema inmigratorio legal».

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dijo a CBS que prefería «hablar sobre aquello que podemos arreglar sin tener que enmendar la Constitución».

Scott Walker, gobernador de Wisconsin, que le ha dado vueltas una y otra vez a la cuestión, dijo a la ABC que ahora está en contra. «Toda discusión que vaya más allá de asegurar la frontera y hacer cumplir las leyes son cuestiones que deberían ser una señal de alarma para los votantes, que durante años han recibido promesas vacías de los políticos y están comprensiblemente indignados debido a que esos políticos no se han comprometido a hacerlas cumplir».

El senador de Texas Ted Cruz afirmó que hacer cumplir las leyes de inmigración existentes solucionaría el problema sin tener que enmendar la Constitución, un proceso que a su juicio podría demorar años ya que requeriría los votos de dos tercios de ambas cámaras del Congreso y el apoyo de tres cuartas partes de las legislaturas estatales.

El exgobernador de la Florida Jeb Bush y el gobernador de Ohio John Kasich favorecieron la semana pasada mantener la protección constitucional.

El llamamiento a asegurar la frontera es familiar en el bando republicano. A veces ha resultado conveniente para evitar tomar posiciones en cuestiones más controversiales como si se debe ofrecer un camino a la ciudadanía, o al menos residencia legal, a millones de personas que residen en el país sin autorización.

El Dr. Ben Carson, un neurocirujano retirado afroamericano, dijo la semana pasada que «si alguien viene aquí con el propósito de tener un bebé, deberíamos mantener a esa familia unida y enviarla de regreso de donde vinieron».

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