Por DIAA HADID y SAMEER N. YACOUB
IRBIL / Agencia AP

Los residentes dijeron que los ataques aéreos se produjeron la tarde de hoy. Hablaron bajo condición de anonimato por temor por su seguridad.

El grupo Estado Islámico se apoderó el 7 de agosto de la presa en el río Tigris como parte de una ofensiva con la que obtuvo el control de grandes franjas de Irak.

Por otra parte, los sobrevivientes de un ataque a un pueblo del norte del país han dicho que los milicianos mataron a más de 80 hombres yazidíes allí, informaron hoy funcionarios iraquíes.

Los funcionarios, un legislador yazidí y un funcionario de las fuerzas de seguridad curdas, dijeron que el ataque ocurrió la tarde del viernes en el pueblo de Kocho, y que su información se basa en relatos de sobrevivientes.

Kocho se encuentra en una zona controlada por los milicianos donde los periodistas no pueden operar.

Los combatientes del Estado Islámico sitiaron el pueblo durante varios días y dieron a sus residentes yazidíes una fecha límite para convertirse al Islam, dijo hoy el legislador yazidí Mahma Khali.

«Cuando los residentes se negaron a hacerlo, ocurrió la masacre», señaló Khalil.

Halgurd Hekmat, un portavoz de las fuerzas de seguridad curdas, dijo la noche del viernes que los milicianos capturaron a las mujeres y los niños de Kocho y los llevaron a la población cercana de Tal Afar, que está bajo control del Estado Islámico.

Decenas de miles de yazidíes huyeron a principios de este mes cuando el grupo Estado Islámico capturó la ciudad norteña iraquí de Sinjar, cerca de la frontera con Siria. Los yazidíes practican una antigua religión que los musulmanes radicales suníes consideran herética. También consideran a los musulmanes chiíes como apóstatas.

Naciones Unidas en días recientes declaró la situación en Irak una «emergencia de Nivel 3», una decisión que se produjo después de que unos 45 mil miembros de la minoría religiosa yazidí lograron escapar de una remota montaña desértica donde habían sido rodeados por los combatientes del Estado Islámico.

La ONU dijo que proporcionaría mayor apoyo a los yazidíes y a otros 400 mil iraquíes que han huido desde junio a la provincia curda de Dahuk. Un total de 1,5 millones de personas han sido desplazadas por los combates.

Entretanto, el Ministerio de Defensa británico dijo hoy que desplegó un avión espía de fabricación estadounidense en el norte de Irak para vigilar la crisis humanitaria y los movimientos de milicianos del Estado Islámico.

Dos aviones británicos también aterrizaron el sábado en Irbil con suministros humanitarios.

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