Buenos Aires
Agencia dpa

El joven de 36 años, que esta semana recuperó su identidad tras realizarse estudios genéticos, se presentó como Ignacio, el nombre con el que fue criado por una pareja cerca de la ciudad bonaerense de Olavarría. Es músico y docente.

«Soy Ignacio, o Guido, como ella está muy firme con esa decisión», declaró señalando a su abuela, quien lo identifica como Guido, el nombre que había elegido su hija Laura cuando dio a luz en cautiverio.

«Me siento más cómodo, yo estoy acostumbrado a mi nombre Ignacio y lo quiero seguir manteniendo, también entiendo que mucha gente me está nombrando desde hace años de esa manera», explicó.

«Estoy un poco convulsionado, hace muy poco que me pasó esto, me parece maravilloso y mágico lo que estoy pasando», sostuvo. Ignacio Hurban se realizó en julio voluntariamente análisis genéticos y los resultados confirmaron que es hijo de Laura Carlotto y Wilmar Oscar Montoya, secuestrados durante la última dictadura (1976-1983), a quien la activista de derechos humanos buscó durante 36 años.

Ignacio o Guido Carlotto Montoya afirmó que cuando se enteró el martes que era el nieto de Estela de Carlotto sintió «muchas emociones juntas».

«Dentro de unos meses voy a tener una perspectiva más clara, hoy no se me ocurre, es una alegría enorme, sabía que una respuesta positiva iba a traer mucha alegría a muchas personas. Yo lo estoy disfrutando, pero lo que yo más disfruto es la felicidad de los demás», expresó en la conferencia de prensa que brindó junto a Carlotto y otros familiares en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo en Buenos Aires.

«Esencialmente estoy feliz, muy muy feliz y agradecido», resumió Ignacio, quien reveló que en 2010 comenzó a tener algunas dudas sobre su identidad cuando tocó en unas jornadas de «Músicos por la identidad».

«Hay como unos ruidos que tenés en la cabeza y unas maripositas que te dan vueltas, lejos del campo visutal. Hay cosas que no las sabés pero las sabés, en mi caso hubo un indicio cierto, en mi caso fue muy rápido», detalló.

Señaló que hubo «cosas más intangibles», como su relación con el arte. Su padre, que pertenecía a la agrupación de izquierda peronista armada Montoneros, era músico.

«Hay cosas que no se pueden explicar, siempre me preguntaba de dónde venía mi pasión por la música, porque en el medio ambiente que me crié, con una pareja que me crió en el mayor de los amores, no había espacio para la música», explicó.

«Evidentemente hay una memoria genética y una energía que trasvasa todo y dando toda la vuelta yo estoy ahora en el lugar del que quizás nunca me tendría que haber ido. Toda esa vuelta fue enriquecedora, más allá de que a esta señora la he hecho esperar unos añitos, me ha ayudado a crecer y a tomar este momento con mayor disfrute», destacó.

«Cuando vi las fotos soy muy parecido, muy parecido a mi viejo. Fue shockeante», confesó.

Carlotto Montoya remarcó en tanto su intención de que su caso «sirva para potenciar la búsqueda (de otros nietos apropiados ilegalmente durante la dictadura) y cerrar heridas».

«Tengo la suerte de ser parte de este pequeño proceso de cicatrización. Esto es una pequeña victoria en una gran derrota que nos hemos dejado hacer», señaló.

Instó además a otros jóvenes que tengan dudas sobre su identidad a realizarse los estudios genéticos.

«El proceso de búsqueda es estrictamente confidencial, salvo esta vez se filtró un poquito. Esto no tendría que haber pasado, yo tendría que haber tenido tiempo para procesarlo», cuestionó. Se sumó así a las críticas de Carlotto a la jueza María Servini de Cubría, que el martes informó a la prensa la identidad del nieto recuperado violando los protocolos que suele respetar Abuelas de Plaza de Mayo.

Carlotto Montoya aseguró que el reencuentro con su familia de sangre fue emotivo. «Hasta hace dos días y ahora también tuve y tengo una vida extraordinaria y feliz y a esa maravilla se suma ahora esta historia. Voy a entrar en los libros de historia y es un peso que hay que llevar», sostuvo.

Es el nieto número 114 que recupera su identidad en el marco de la búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo de los menores que fueron apropiados ilegalmente durante la dictadura. Buscan a cerca de 400 nietos más, cuya identidad no pudo aún ser restituida.

El fallecido ex dictador Jorge Rafael Videla fue hallado culpable por la Justicia de planear el robo sistemático de bebés durante el régimen que instauró el 24 de marzo de 1976 uno de los capítulos más sangrientos de la historia argentina.

LUCHADORA
Presidenta histórica de las Abuelas de Plaza de Mayo, la incansable luchadora por los derechos humanos Estela de Carlotto vivió hoy el día que añoraba desde hace 36 años: encontró a su nieto, que nació en cautiverio durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).

«Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo», escribió la activista en una carta en 2011.

La hija de Carlotto, Laura, que estaba embarazada, fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977, estuvo detenida en el centro clandestino «La Cacha» y fue asesinada meses más tarde. Antes, dio a luz a su hijo el 26 de junio de 1978.

Desde entonces, Carlotto, como tantas otras mujeres, salió a la calle a manifestarse, a golpear puertas de iglesias, cuarteles, orfanatos y hospitales en busca de sus nietos.

En medio de la dictadura que desapareció a 30.000 personas, según organismos de derechos humanos, Carlotto se transformó en una de las abanderadas en la lucha contra la apropiación ilegal de bebés, muchos de ellos nacidos en centros clandestinos de detención o entregados de forma ilegal a otras familias, en todos los casos suprimiendo su identidad.

«Siempre fui así: una persona activa y participativa desde chica, muy defensora de las personas agraviadas. Y ya tenía estrategias incorporadas por los consejos de mis hijos militantes», le dijo a la agencia dpa Carlotto, de 83 años, durante una entrevista en París en marzo pasado.

Las Abuelas de Plaza de Mayo figuran desde hace varios años entre los candidatos a recibir el Nobel de la Paz. Sin embargo, la presidenta le resta importancia al galardón.

«Nosotros no trabajamos para recibir premios. El premio mayor es recuperar un nieto. No hay alegría y satisfacción más grande que esa. Hay quien considera que hemos hecho algo inédito, único. Y seguimos haciéndolo», dijo Carlotto, nacida en Buenos Aires en 1930.

La activista, quien fue maestra de escuela primaria, contó que cuando secuestraron a su esposo, salió a tocar puertas para encontrarlo: a un político poderoso, a la iglesia, a todo el que pudiera decirle algo.

«No me quedé quieta ni llorando ni con miedo. Mi personalidad hizo que saliera a buscar una respuesta. Al final me pidieron un rescate, lo dimos y recuperé a mi marido», dijo.

Con su hija hizo lo mismo pero los militares le entregaron el cadáver. Y la siguiente lucha, más larga, fue recuperar al hijo de Laura, a su nieto. Carlotto no tenía ninguna función pública cuando despareció Laura, uno de sus cuatro hijos.

«Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás», dijo Carlotto en 2011.

Tantos años de búsqueda y esfuerzos de las Abuelas de Plaza de Mayo desembocaron en la restitución de la identidad de 113 nietos, a los que hoy se sumó el de Carlotto, una luchadora que promete seguir dando batalla.


REACCIONES

_ACFK: EJEMPLO DE LUCHA
La presidenta Cristina Fernández resaltó que «el amor vence al odio» al referirse al conmovedor encuentro de la líder de las Abuelas de Plaza de Mayo con su nieto Guido.»El mensaje más importante que dejan Guido y Estela es que vale la pena luchar. Muchos seguro creían que no iba a aparecer y por eso impactó de esa manera la noticia», dijo Fernández en un acto en Casa de Gobierno que fue trasmitido por cadena nacional. Fernández, quien ya había celebrado la noticia a través de su cuenta oficial de Twitter, cerró un acto oficial dedicado a anunciar medidas económicas con una referencia al caso de Guido y su abuela «El amor vence al odio. Ese es el gran mensaje que deja todo esto. Guido es de todos los argentinos», afirmó la mandataria, visiblemente emocionada.

_BFUTBOLISTAS: FELICES Y EMOCIONADOS
Lionel Messi dijo que está «feliz e ilusionado» por la aparición del nieto de la líder de Abuelas de Plaza de Mayo, mientras Diego Maradona destacó que «no sólo el fútbol puede unirnos». «¡Hay que continuar con la lucha, quedan muchos más! Cuentan con todo nuestro apoyo. Todos Somos Familiares», escribió Messi en su cuenta oficial de Facebook. El delantero del Barcelona y capitán de la selección de Argentina publicó junto al texto una fotografía suya con De Carlotto y otras Abuelas. «No sólo el fútbol puede unirnos. Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, anunció ayer la recuperación del nieto número 114, que es su propio nieto, hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya, asesinados durante la última dictadura militar», dice el texto de Maradona.

_CPAPA: EMOCIONADO
El papa Francisco recibió con emoción en el Vaticano la noticia. «Fue una noticia que nos ha emocionado», afirmó el oficial de protocolo del Vaticano, Guillermo Karcher, a la agencia estatal de noticias Télam. Monseñor Karcher, estrecho colaborador del papa argentino, dijo: «Dios quiera seguir premiando la perseverancia en el amor, que alimenta y fortalece el espíritu de la reconciliación nacional, y hace real lo que profetiza el Cantar de los Cantares: ‘el amor es más fuerte que la muerte’. Francisco recibió en abril de 2013 a Carlotto en el Vaticano, en una audiencia pública en la plaza San Pedro. La activista estuvo en compañía de otra abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa, y por el legislador y también nieto recuperado Juan Cabandié..

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