Moscú/Járkov,
Agencia AP
En las maniobras, que se realizan hasta el 8 de agosto, participan tres distritos militares del oeste y centro del país con aviones y helicópteros de diferentes tipos, aseguró el portavoz de la fuerza aérea, Igor Klimov, citado por la agencia Interfax. La región occidental incluye la mayor parte de la zona oeste del país, así como la frontera con Ucrania.
También en los países de la OTAN se realizaron hace poco maniobras militares bajo el impacto de la crisis ucraniana.
Mientras tanto, desde la ciudad ucraniana de Járkov partió hoy otro avión con restos de las víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en dirección a Eindhoven, Holanda. Los restos fueron recuperados en los últimos días por un equipo de expertos en el lugar donde se estrelló el avión cerca de Grabovo. Hoy continuaron trabajando allí de nuevo unos 100 especialistas en busca de restos de cadáveres y objetos personales de las 298 víctimas.
Los expertos creen que harán falta varias semanas. Hasta ahora apenas se ha registrado una de las cinco zonas afectadas, dijo un portavoz. El Boeing 777-200 cayó el 17 de julio en el este de Ucrania, se sospecha que derribado por un misil. El Ejército y los rebeldes prorrusos se acusan mutuamente del hecho.
En las zonas de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania, continúan los combates entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas. En Lugansk los ataques de artillería hicieron colapsar el abastecimiento de agua, electricidad y las líneas telefónicas, informó la administración municipal. También hay grandes problemas de suministro en Donetsk, situada 150 kilómetros al sudoeste.
Las tropas del Ejército establecieron corredores en la zona para la huida de los civiles. Durante varias horas al día se mantiene una tregua, indicó un portavoz militar. El consejo de seguridad de Kiev llamó a los habitantes a abandonar de inmediato las zonas bajo control rebelde en el este, por lo que se sospecha que podría haber pronto fuertes bombardeos.
Por otra parte, el aumento de los combates hizo que varios observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) tuvieran que abandonar el puesto de control ruso de Gukovo, en la frontera con Ucrania. La situación se volvió muy peligrosa para ellos, dijo el portavoz Vassili Malayev, de la tropa de frontera rusa. El funcionario acusó al Ejército ucraniano de haber vuelto a bombardear territorio ruso y haber dañado de gravedad al menos una vivienda.
Según fuentes de los separatistas, desde el inicio de la «Operación Antiterrorista», como llama Kiev a la ofensiva iniciada a mediados de abril en el este, han muerto unos 1.500 civiles. En las regiones de Lugansk y Donetsk el 60 por ciento de las infraestructuras están destruidas, dijo el líder separatista Andrei Rodkin. Las cifras de muertos difieren por completo según la fuentes en Ucrania.