El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado «en los términos más firmes» el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, y ha instado a todas las partes a trabajar para «preservar el orden constitucional» y evitar una nueva espiral de inestabilidad.
Moise ha muerto asesinado tras el asalto de un grupo armado a su residencia privada, un «acto abyecto» que Guterres confía en que todo el pueblo haitiano rechace «unido». «Naciones Unidas seguirá del lado del Gobierno y del pueblo de Haití», reza un comunicado difundido por su portavoz, Stéphane Dujarric.
Guterres ha trasladado sus condolencias a las autoridades y la ciudadanía haitianas, así como a la familia del difunto mandatario, y espera que los responsables del crimen «sean llevados ante la justicia».
