La fuerza de paz de la OTAN en Kosovo, KFOR, elevó el martes a 30 el número de efectivos heridos en fuertes altercados con personas de etnia serbia.
Los asaltantes intentaron tomar las oficinas municipales en una de las localidades en el norte de Kosovo donde alcaldes de etnia albanesa asumieron sus puestos la semana pasada.
Once soldados italianos y 19 húngaros “sufrieron múltiples lesiones, incluidas fracturas y quemaduras por dispositivos explosivos incendiarios caseros”, indicó el contingente en un comunicado. Tres soldados húngaros resultaron “heridos por uso de armas de fuego», aunque sus vidas no corrían peligro.
Los asaltantes chocaron con las tropas de la OTAN en la localidad de Zvecan, 45 kilómetros (28 millas) al norte de la capital, Pristina.
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— The_Real_Fly (@The_Real_Fly) May 29, 2023
“Ambas partes deben asumir plena responsabilidad por lo ocurrido e impedir cualquier nueva escalada, en lugar de esconderse tras mensajes falsos”, dijo el comandante de la KFOR, el mayor general Angelo Michele Ristuccia.
El martes había una nueva convocatoria para congregar a personas de etnia serbia.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, pasó la noche junto a sus tropas en la frontera con Kosovo. Las fuerzas estaban en máxima alerta por orden del mandatario desde la semana pasada. Vucic dijo que 52 serbios habían resultado heridos en los enfrentamientos, tres de ellos de gravedad.
Cuatro personas fueron detenidas, según la policía de Kosovo.
La violencia era un nuevo incidente tras la escalada de tensiones durante el último fin de semana, cuando personas de etnia serbia en el norte de Kosovo intentaron evitar que funcionarios de etnia albanesa elegidos hace poco ingresaran en edificios municipales. La policía kosovar lanzó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud y permitir que los nuevos funcionarios llegaran a sus oficinas. Serbia puso a su ejército en alerta y envió más tropas a la frontera con Kosovo.
Los dos países son enemigos desde hace décadas y Belgrado no reconoce la soberanía de Kosovo, que declaró su independencia en 2008.
Estados Unidos y la Unión Europea ha redoblado sus esfuerzos para ayudar a resolver la disputa entre Kosovo y Serbia, por temor a más inestabilidad en Europa, mientras la guerra de Rusia continúa en Ucrania. La UE ha dejado claro tanto a Serbia como a Kosovo que deben normalizar sus relaciones si quieren hacer progresos hacia una futura entrada en el grupo.
Los embajadores occidentales de la llamada Quinta -Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos- se reunieron en Pristina con el primer ministro, Albin Kurti, y le pidieron que tomara medidas para rebajar las tensiones, aunque también condenaron con firmeza la violencia de grupos serbios contra periodistas y tropas de la KFOR.
“Los graffiti ultranacionalistas serbios en vehículos de la OTAN son un sombrío recordatorio en Kosovo. Defendemos la paz y la seguridad”, dijo Kurti tras la reunión.
Los embajadores de la Quinta tenían previsto reunirse con Vucic, que también esperaba recibir a los embajadores de Rusia y China para mostrar que tiene respaldo para sus medidas. El gobierno chino expresó su apoyo el martes a los esfuerzos de Serbia por “salvaguardar su soberanía y la integridad territorial”.
“Nos oponemos a las medidas unilaterales de las instituciones provisionales del autogobierno de Kosovo”, dijo el vocero del Ministerio de Exteriores Mao Ning en una conferencia de prensa diaria con periodistas, aludiendo al gobierno kosovar en Pristina.
Cuatro localidades norteñas -Zvecan, Leposavic, Zubin Potok y Mitrovica- celebraron elecciones el mes pasado que fueron boicoteadas por los vecinos serbokosovares. Todos los puestos de alcaldías y asambleas fueron a parar a albanokosovares o representantes de otra minoría más pequeña.
El conflicto en Kosovo estalló en 1998, cuando separatistas albanokosovares se rebelaron contra el gobierno serbio, y Serbia respondió con una represión brutal. Murieron unas 13.000 personas, la mayoría de etnia albanesa. Una intervención militar de la OTAN en 1999 obligó a Serbia a retirarse del territorio. Washington y la mayoría de países de la UE han reconocido a Kosovo como estado independiente, a diferencia de Serbia, Rusia y China.
El Partido Comunista chino, que gobierna el país, es crítico desde hace mucho con la alianza de la OTAN, debido en parte al ataque a la embajada de Beijing en Belgrado durante la campaña aérea de la alianza en 1999.
Beijing recuerda con frecuencia el ataque, en el que murieron tres periodistas chinos, para impulsar la oposición a Occidente. Estados Unidos se ha disculpado por el ataque, que atribuyó a información errónea de inteligencia.
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