Investigadores federales iniciaron una investigación exhaustiva de una de las empresas ferroviarias más grandes de Estados Unidos. Foto: La Hora / AP

Investigadores federales iniciaron una investigación exhaustiva de una de las empresas ferroviarias más grandes de Estados Unidos luego de un descarrilamiento en la frontera entre Ohio y Pensilvania el mes pasado y varios incidentes más que involucran a Norfolk Southern, incluida la muerte de un maquinista el martes.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) anunció el martes que iniciará un análisis amplio de la cultura de seguridad de la compañía, la primera investigación de este tipo en la industria ferroviaria desde 2014. La Junta añadió que ha enviado equipos de investigadores para examinar cinco accidentes significativos que involucran a Norfolk Southern desde diciembre de 2021.

La agencia también pidió a la compañía que tome acciones inmediatas para revisar y evaluar sus prácticas de seguridad.

Alan Shaw, director general de Norfolk Southern, prometió llevar a cabo una serie de reuniones de seguridad en toda la compañía el miércoles, un día antes de que testifique ante el Congreso en una audiencia sobre el descarrilamiento ocurrido en la localidad de East Palestine, Ohio.

 

“De aquí en adelante, vamos a reconstruir nuestra cultura de seguridad desde los cimientos”, señaló en un comunicado. “Vamos a invertir más en la seguridad. Esto no es lo que somos, no es aceptable y no continuará”.

En respuesta al descarrilamiento en Ohio, la compañía anunció el lunes planes para mejorar el uso de detectores colocados en las vías férreas para detectar el sobrecalentamiento de rodamientos, entre otros problemas.

Investigadores de la NTSB dijeron que el equipo que operaba el tren que se descarriló el 3 de febrero en las afueras de East Palestine recibió una alerta de uno de esos detectores, pero no pudo detener el ferrocarril antes de que más de treinta vagones se salieran de las vías y se incendiaran.

La mitad de los aproximadamente 5.000 habitantes del poblado tuvieron que evacuar sus hogares durante días cuando los rescatistas quemaron intencionalmente sustancias químicas tóxicas en algunos de los vagones para evitar una explosión descontrolada, lo que dejó a los residentes con inquietudes persistentes sobre su salud. Funcionarios del gobierno dijeron que en las pruebas no se han encontrado niveles peligrosos de sustancias químicas en el aire ni en el agua de la región.

 

Dentro de la industria ferroviaria, Norfolk Southern goza desde hace años de una sólida reputación en el sector por su seguridad, de acuerdo con Christopher Barkan, director del Centro de Ingeniería y Transporte Ferroviario de la Universidad de Illinois.

En el incidente más reciente el martes, un tren y un camión de carga chocaron en una siderúrgica en Cleveland, lo que provocó la muerte del maquinista, que estaba de pie afuera de un vagón, indicaron las autoridades. La compañía dijo que la causa de ese accidente aún se desconoce.

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