La cifra de asesinatos masivos ligados al extremismo en Estados Unidos fue al menos tres veces más alta en los últimos 10 años que en cualquier década desde 1970. Foto La Hora: AP.

La cifra de asesinatos masivos ligados al extremismo en Estados Unidos fue al menos tres veces más alta en los últimos 10 años que en cualquier década desde 1970, según un reporte de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés).

El reporte, facilitado a The Associated Press antes de su publicación el jueves, halló también que todos los asesinatos extremistas identificados en 2022 estaban vinculados al radicalismo de ultraderecha, con un número especialmente elevado relacionado con el supremacismo blanco. Entre ellos estaba el tiroteo racista en un supermercado en Buffalo, Nueva York, en el que murieron 10 compradores negros, y el registrado en un club LGBT en Colorado Springs, Colorado, que dejó cinco fallecidos.

«No es exagerado decir que vivimos en una época de asesinatos masivos extremistas», indicó el reporte del Centro de Extremismo de la ADL. Entre las décadas de 1970 y 2000 se registraron de dos a siete incidentes de este tipo, pero en la de 2010 la cifra se disparó hasta los 21, de acuerdo con el informe.

La tendencia ha continuado al alza desde entonces, con cinco asesinatos en masa con tintes extremistas en 2021 y 2022, tantos como durante la primera década del nuevo milenio. Las víctimas también se ha incrementado: entre 2010 y 2020, 164 personas perecieron en asesinatos masivos con aspectos ideológicos, apuntó el reporte. Esta cifra es muy superior a la de cualquier otra década, a excepción de los 90, cuando un atentado en un edificio federal en Oklahoma City causó 168 fallecidos.

Los asesinatos extremistas son aquellos perpetrados por personas vinculadas a movimientos e ideologías radicales. El aumento registrado en la última década se debe a la combinación de varios factores. Hubo incidentes inspirados por el ascenso del grupo extremista Estado Islámico, así como un puñado contra la policía tras balaceras a civiles y otros ligados a la creciente promoción de la violencia por parte de supremacistas blancos, afirmó Mark Pitcavage, investigador principal del Centro de Extremismo.

El centro hace un seguimiento de los asesinatos relacionados con varias formas de extremismo en Estados Unidos y los recopila en un informe anual. En 2022 pasado identificó 25 incidentes de este tipo, un descenso con respecto a los 33 del año anterior. El 93% de los asesinatos del año pasado se cometieron con armas de fuego. El reporte indicó además que, por primera vez desde 2011, ningún agente de policía murió a manos de extremistas.

 

Con el declive de Estado Islámico, la principal amenaza a corto plazo podrían ser los tiradores supremacistas blancos, añadió el informe. Por otra parte, el incremento en el número de intentos de asesinatos en masa es una de las tendencias más alarmantes de los últimos años, según el vicepresidente del Centro, Oren Segal. «No podemos quedarnos parados y aceptar esto como la nueva normalidad», afirmó.

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