La ex primera ministra británica, Liz Truss, señaló el domingo que el fracaso que tuvo en el cargo no fue su culpa.
Truss responsabilizó a un “poderoso establishment económico” y a la oposición interna en el Partido Conservador por el rápido colapso de su gobierno, y dijo que sigue creyendo que sus políticas para recortar impuestos fueron las correctas.
La primera ministra que menos tiempo ha durado en el cargo en la historia de Gran Bretaña renunció en octubre, seis semanas después de haber llegado al puesto, luego de que su plan presupuestario inaugural desatara el caos en los mercados.
Truss, rompiendo el silencio tras su renuncia al cargo, publicó la edición dominical Sunday Telegraph que menospreció la resistencia que sus políticas de libre mercado enfrentarían por parte de “el sistema”.
«No estoy diciendo que yo no tenga ninguna responsabilidad de lo que pasó, pero fundamentalmente no se me dio una oportunidad realista de promulgar mis políticas por parte de un establishment económico muy poderoso, unido a la falta de apoyo político”, escribió.
Truss asumió el cargo en septiembre luego de ganar una contienda por el liderazgo del Partido Conservador para reemplazar al primer ministro Boris Johnson, quien se vio envuelto en escándalos. Su promesa de impulsar el crecimiento económico con recortes fiscales y desregulación entusiasmó a los miembros del partido, pero un presupuesto que contenía 45.000 millones de libras (54.000 millones de dólares) en recortes fiscales sin financiación -incluida una reducción del impuesto sobre la renta para las personas con mayores ingresos- asustó a los mercados financieros.
La perspectiva de que hubiera una mayor deuda y una inflación más alta envió a la libra esterlina hasta su nivel más bajo de la historia frente al dólar estadounidense. El coste del endeudamiento público se disparó y el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para apuntalar el mercado de bonos y evitar un colapso económico más amplio que amenazara las pensiones de los ciudadanos.
Primero, Truss despidió a su secretario del Tesoro, Kwasi Kwarteng, y luego renunció al cargo.
En el artículo publicado el domingo, señaló que su gobierno se había convertido en el “chivo expiatorio” de una inestabilidad que se venía gestando desde hace tiempo con las inversiones basadas pasivos, una forma de derivados del mercado de bonos en los que los fondos de pensiones están muy invertidos,
Truss dijo que seguía creyendo que su agenda de impuestos bajos y estados pequeños “fue la correcta, pero las fuerzas en contra eran demasiado grandes”. Afirmó que “gran parte de los medios de comunicación y de la esfera pública en general” tenían un sesgo izquierdista, y criticó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por calificar su plan como un error.
Los críticos acusaron a la ex primera ministra de reescribir la historia y de utilizar el libro de jugadas populista culpando al sistema de sus propios fracasos.