Las autoridades de salud salvadoreñas informaron el jueves que se he reportado un incremento de los contagios de COVID-19 debido a la presencia en el país de nuevas variantes, por lo que cada día se registran entre 250 y 300 casos. «Tenemos de tres a cuatro semanas de haber notado ese incremento y en la tercera semana de noviembre hasta la primera semana de diciembre vamos a tener quizás los puntos más altos de casos», indicó a periodistas el ministro de Salud, Francisco Alabí.
El funcionario señaló que hasta ahora en El Salvador se registraban de 10 a 20 casos positivos en promedio y advirtió que si la población no toma medidas de protección podría requerir manejo hospitalario. Destacó que las nuevas variantes de Ómicron son un 30% más contagiosas y que esto eleva las posibilidades de que se desarrollen cuadros graves en grupos vulnerables, como personas con enfermedades crónicas.
En abril El Salvador levantó la obligación de usar mascarillas como medida para evitar los contagios de coronavirus y desde noviembre de 2021 eliminó los requisitos sanitarios de prueba negativa de COVID-19 y cartilla de vacunación para ingresar al país. El país centroamericano ha aplicado la cuarta dosis a todos los mayorees de 12 años y a los extranjeros sin importar su situación migratoria.
Pico de Covid-19 en El Salvador se extenderá hasta diciembre https://t.co/S4cY0InIQD
— Diario Elpais.cr (@elpaiscr) November 24, 2022
Alabí dijo que el hospital El Salvador, que sólo atiende casos de coronavirus y tiene una capacidad de 1.000 camas, tiene 109 pacientes ingresados que presentan complicaciones debido a enfermedades preexistentes.
El funcionario recordó que se continúan haciendo las pruebas PCR en diferentes partes del país y que a las personas cuyo test es positivo se les continuará enviado a sus casas dos kits de medicamentos que incluyen el lote de tabletas del antiviral molnupiravir.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), autorizó el uso de emergencia del molnupiravir para el tratamiento del coronavirus en adultos con alto riesgo de progresión a COVID-19 grave.
