Los manifestantes intensificaron el sábado las protestas contra el gobierno en las principales avenidas y en las universidades de algunas ciudades de Irán. Foto La Hora/AP

Los manifestantes intensificaron el sábado las protestas contra el gobierno en las principales avenidas y en las universidades de algunas ciudades de Irán. Observadores de derechos humanos reportaron cientos de muertos, incluidos niños, en momentos en los que el movimiento ingresó a su quinta semana.

Los manifestantes corearon “Abajo con el dictador” en las calles de Ardabil, en el noroeste del país. También hubo protestas en las afueras de las universidades de Kermanshah, Rasht y Teherán según videos difundidos en las redes sociales. En la ciudad de Sanandaj, punto álgido de las manifestaciones en la región kurda del norte, las escolares coreaban “Mujer, vida, libertad” por una calle céntrica.

 

Las protestas estallaron tras la indignación pública por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, mientras estaba bajo custodia policial. Fue detenida por la policía de la moral iraní en Teherán por violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica. El gobierno iraní insiste en que Amini no fue maltratada bajo custodia policial, pero su familia afirma que su cuerpo presentaba magulladuras y otros signos de haber sido golpeada tras su detención.

Al menos 233 manifestantes han muerto desde que las manifestaciones se extendieron por Irán el 17 de septiembre, según la organización estadounidense de defensa de los derechos humanos HRANA. El grupo dijo que 32 de los muertos eran menores de 18 años. Anteriormente, Derechos Humanos de Irán, con sede en Oslo, calculó que habían muerto 201 personas.

Las autoridades iraníes han desestimado los disturbios como un supuesto complot occidental, sin aportar pruebas.

La furia pública en Irán se ha unido en torno a la muerte de Amini, lo que ha llevado a niñas y mujeres a quitarse el pañuelo islámico obligatorio en la calle como muestra de solidaridad. Otros segmentos de la sociedad, incluidos los trabajadores del petróleo, también se han unido al movimiento, que se ha extendido a al menos 19 ciudades, convirtiéndose en uno de los mayores desafíos a la teocracia iraní desde el Movimiento Verde de 2009.

 

Los paros comerciales se reanudaron el sábado en ciudades clave de la región kurda, como Saqqez —ciudad natal de Amini y cuna de las protestas—, Bukan y Sanandaj.

El gobierno ha respondido con una represión brutal, deteniendo a activistas y organizadores de las protestas, reprendiendo a personalidades iraníes por manifestar su apoyo, incluso confiscando sus pasaportes, y utilizando munición real, gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras para dispersar a las multitudes, lo que ha provocado muertes.

En un video ampliamente difundido el sábado, se ve a los Basij, un grupo de voluntarios paramilitares vestidos de civil, obligando a una mujer a entrar en un coche y disparando balas al aire en medio de una protesta en Gohardasht, en el norte de Irán.

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