Las Naciones Unidas llamaron el miércoles al mundo a acelerar su respuesta para ayudar a 33 millones de personas afectadas por las inundaciones en Pakistán. Foto La Hora /AP

Los aguaceros de monzón empeorados por el cambio climático vapulearon el país durante meses, matando al menos a 1.700 personas y destruyendo infraestructura. La semana pasada, la ONU revisó su pedido de ayuda de 160 millones de dólares a 816 millones, para reflejar la magnitud del desastre.

Funcionarios de la ONU están preocupados por la salud, la nutrición, el agua potable, el albergue y la seguridad alimentaria para las vastas secciones de la población que ha perdido sus cultivos, viviendas y ganado.

 

El coordinador humanitario de la ONU Julien Harneis dijo que se han recibido promesas de más de 180 millones de dólares, pero solamente 90 millones han sido confirmados con la ONU.

Harneis dijo que el organismo mundial estaba respondiendo con lo que tiene, pero que eso no es suficiente y que el mundo debe acelerar su respuesta. El desastre desplazó a 7,9 millones de personas y medio millón de ellas siguen viviendo en tiendas de campaña y viviendas improvisadas.

La ministra paquistaní de cambios climáticos Sherry Rehman dijo en una conferencia de prensa el miércoles que el país se ha vuelto la mayor catástrofe climática del mundo.

Rehman dijo que1.717 personas murieron en las inundaciones y más de 12.000 resultaron heridas.

“Pakistán no puede por sí solo lograr la tarea de rehabilitar a la población afectada, necesita enormes recursos y una acción rápida”, dijo. “El Banco Mundial estima las pérdidas en 40.000 millones de dólares, pero pudiera requerirse más”.

De acuerdo con la ONU, el gobierno paquistaní dice que las inundaciones destruyeron al menos 1,62 millones de hectáreas (4 millones de acres) de tierras cultivables y, con grandes áreas aún sumergidas, no pueden hacerse nuevos cultivos. El período de cultivo es muy breve, de octubre hasta diciembre, y los granjeros necesitarán semillas y fertilizantes.

 

La Nobel de Paz Malala Yousufzai visitó el distrito de Dadu, en la provincia de Sindh, el miércoles. Allí se reunió con mujeres y niños en un campamento y habló con ellos sobre el coraje necesario para enfrentar la difícil situación.

Ella arribó a Pakistán el martes, en su segunda visita al país desde que fue baleada por extremistas musulmanes en la ciudad norteña de Mingora por su activismo en favor de la educación de las niñas.

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