La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner dijo el viernes durante el juicio en el que está acusada de presunta corrupción que han salido a la luz las «increíbles mentiras» de los fiscales que han pedido una condena de 12 años de cárcel.
«Quiero hacer un formal pedido al tribunal para que al finalizar las audiencias se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con las pruebas periciales y testimoniales que tuvo este juicio», dijo la expresidenta (2007-2015) al ejercer su defensa.
Los fiscales pidieron en agosto una condena a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos tras acusarla de haber liderado una organización delictiva que adjudicó de forma irregular durante su mandato unas 51 obras viales con fondos nacionales a Lázaro Báez, un empresario allegado de la provincia sureña de Santa Cruz.
También la acusaron de una defraudación al Estado por cerca de 1.000 millones de dólares a raíz de esas supuestas maniobras irregulares.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó, al final de su alegato, que le gatillaron "una pistola a 15 centímetros" y consideró que las cuatro personas detenidas por el intento de magnicidio “no son autoras intelectuales” de ese hechohttps://t.co/kSxPYRkJxv pic.twitter.com/0ZJGrRJhkG
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) September 23, 2022
Los presuntos desmanejos en la adjudicación de obras también se habrían producido durante el mandato de Néstor Kirchner, el fallecido esposo y antecesor de la dirigente peronista que gobernó entre 2003 y 2007, según los fiscales.
La vicepresidenta, quien tiene derecho como abogada a ejercer su propia defensa, intervino en la audiencia judicial 22 días después de haber sido víctima de un fallido atentado en las inmediaciones de su vivienda en Buenos Aires por el que cuatro personas, entre ellas el hombre que gatilló contra la dirigente peronista sin que la bala saliera, están detenidas.
Este es el primer juicio a Fernández de Kirchner y el primer pedido de pena contra ella. Otras investigaciones judiciales han sido cerradas y varias por distintos delitos siguen abiertas. La vicepresidenta afirma que las acusaciones de las que es objeto en este y otros procesos fueron armadas por opositores en connivencia con sectores del Poder Judicial para perseguirla políticamente, argumento que sostiene todo el oficialismo, incluido el presidente Alberto Fernández.
En la causa sobre el supuesto direccionamiento de obras, iniciada en 2016, se investiga si hubo licitaciones manipuladas, sobreprecios, demoras injustificadas o trabajos inconclusos.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola dijeron que «estamos ante la mayor maniobra de corrupción que se haya conocido en el país».
Pero la defensa de la exmandataria sostuvo en las últimas jornadas que las pruebas presentadas por los fiscales son falsas y sus imputaciones han quedado «fulminadas» por las declaraciones de testigos, contadores, peritos e ingenieros durante casi tres años de juicio oral.
En caso de ser condenada Fernández de Kirchner puede apelar la sentencia ante distintas instancias judiciales en un proceso que puede estirarse años. La ley no le impide presentarse a cargos públicos en las elecciones generales de 2023 hasta tanto la Corte Suprema de Justicia no se pronuncie de manera definitiva.