El tiroteo masivo deja muchos muertos, y poco después de la matanza llegan las teorías conspirativas. Foto La Hora: Jae C. Hong. Foto La Hora: AP.

A estas alturas es tan predecible como las peticiones de oraciones y pensamientos: un tiroteo masivo deja muchos muertos, y poco después de la matanza llegan las teorías conspirativas descabelladas y la desinformación.

Ocurrió después de Sandy Hook, después de Parkland, después del tiroteo en un club nocturno de Orlando y tras el ataque de este mes a un supermercado en Buffalo. En cuestión de horas tras la balacera del martes en una escuela de Uvalde, Texas, comenzó otro brote en el que usuarios de internet compartían afirmaciones sin base sobre el hombre identificado como agresor y sus posibles motivos.

En Twitter, Reddit y otras plataformas de medios sociales aparecieron con rapidez afirmaciones infundadas de que el tirador era un inmigrante que vivía de forma ilegal en Estados Unidos, o una persona transgénero. Iban acompañadas de teorías conspirativas ya conocidas que sugerían que todo el tiroteo había sido preparado de alguna manera.

Las afirmaciones reflejan problemas más amplios con el racismo o la intolerancia hacia las personas transgénero, y son un esfuerzo por atribuir el tiroteo a minorías que ya sufren altas tasas de acoso en internet y crímenes de odio, según el experto en desinformación Jaime Longoria.

Policías y personal de emergencias se reúnen afuera de la Escuela Primaria Robb tras un tiroteo en Uvalde, Texas. Foto La Hora: Darío López-Mills/AP.

«Es una táctica que sirve a dos propósitos: evita las conversaciones reales sobre el problema (de la violencia armada) y da a la gente que no quiere enfrentar la realidad un chivo expiatorio, les da alguien a quien culpar», dijo Longoria, director de investigación en la Disinfo Defense League, un grupo sin fines de lucro que trabaja para combatir la desinformación racista.

En cuestión de horas tras el crimen se hicieron virales publicaciones que afirmaban falsamente que el tirador vivía en el país de forma ilegal. Algunos usuarios añadieron detalles pintorescos como que estaba «huyendo de la Patrulla Fronteriza».

«Era un extranjero ilegal buscado por asesinato de El Salvador», decía un tuit con cientos de retuits y ‘me gusta’. «Esto es sangre en las manos de Biden y nunca debería haber ocurrido». El hombre que según las autoridades hizo los disparos, Salvador Ramos, de 18 años, es un ciudadano estadounidense, según dijo el martes en una conferencia de prensa el gobernador de Texas, Greg Abbott.

Otros usuarios de medios sociales utilizaron imágenes de internautas inocentes para identificarlas falsamente como el agresor y afirmar que era transgénero. En el foro 4Chan, los usuarios compartieron la foto y comentaron un plan de describir al agresor como transgénero, sin ninguna prueba para ello. Un tuit que después fue borrado mostraba una foto de una mujer trans con una botella verde junto a la boca, que miraba a la cámara y con unos auriculares en una oreja.

«ÚLTIMA HORA: LA IDENTIDAD DEL TIRADOR SE HA REVELADO», afirmó el usuario, que empleó un término peyorativo para afirmar que el agresor era una mujer trans con un canal en YouTube.

Nada de eso era cierto. La imagen mostraba en realidad a una mujer trans de 22 años llamada Sabrina, que vive en Nueva York. Sabrina, que pidió que no se publicara su apellido por privacidad, confirmó a The Associated Press que la foto era suya y dijo que no estaba relacionada con la supuesta cuenta de YouTube. Sabrina dijo haber recibido acoso en medios sociales, especialmente mensajes que la acusaban de ser la autora del tiroteo. Ella respondió a varias publicaciones que difundían la imagen pidiendo que se borrasen los posts.»Toda esta odisea es simplemente espantosa», dijo Sabrina a AP.

Otra foto muy difundida mostraba a una mujer trans con una sudadera de Coca-Cola y una falda negra. Una segunda imagen mostraba a la misma mujer con una camiseta negra de la NASA y una falda roja. Ninguna de esas imágenes mostraban al tirador, sino a una usuaria de Reddit llamada Sam, que confirmó su identidad a AP el miércoles. AP no emplea el apellido de Sam para proteger su privacidad.

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«No soy yo, yo ni siquiera vivo en Texas», escribió Sam en un post en Reddit. Las autoridades no han publicado ninguna información sobre la sexualidad o identidad de género del agresor.

El congresista de Arizona Paul Gosar incluyó las dos afirmaciones sin base sobre Ramos en un solo tuit, ahora borrado, en el que también escribía mal su nombre. «Es un extranjero ilegal transexual izquierdista llamado Salvatore Ramos», tuiteó Gosar el martes por la noche. La oficina de Gosar no respondió a un mensaje pidiendo comentarios.

En algunos casos, la desinformación sobre tiroteos masivos u otros eventos es difundida por usuarios bienintencionados que intentan ayudar. En otros casos, puede ser una labor de estafadores que intentan iniciar recaudaciones de fondos fraudulentas o llamar la atención sobre su web u organización.

Luego están los trolls que parecen hacerlo por diversión. Comunidades en los márgenes de internet, como 4chan, a menudo aprovechan tiroteos masivos y otras tragedias como una oportunidad para sembrar el caos, engañar al público y promocionar mensajes dañinos, según Ben Decker, fundador y director general de la consultora de investigaciones digitales Memetica.

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«Para ellos es muy intencionado y deliberado celebrar estos incidentes para influir también en cuáles son las conversaciones principales», dijo Decker. «Hay un deseo nihilista de probarse a uno mismo en esta clase de comunidad engañando con éxito al público. De modo que si uno puede liderar una campaña que lleva a un resultado como este, gana una cierta credibilidad en el grupo».

Para las comunidades que sufren el grueso de estos malignos ataques en internet, sin embargo, las acusaciones falsas conllevan temor a violencia y más discriminación.

Algo tan aparentemente inocuo como un comentario tránsfobo en medios sociales puede desencadenar un acto de violencia contra una persona trans, explicó Jaden Janak, doctorando en la Universidad de Texas y profesor en el Centro de Estudios Transgénero Aplicados.

«Estos niños y adultos que fueron asesinados ayer estaban simplemente viviendo su vida», dijo Janak el miércoles. «No sabían que ayer sería su último día. Y de forma similar, como personas trans, ese es un temor que tenemos todo el tiempo».

 

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