Los equipos de rescate observan después de recuperar un cuerpo de los escombros en el lugar de una explosión mortal que destruyó el Hotel Saratoga de cinco estrellas en La Habana Vieja, Cuba. Foto La Hora: Ramón Espinosa/AP.

 

Aunque este martes se hubiera reinaugurado por todo lo alto tras dos años de cierre, el lujoso hotel Saratoga de Cuba es ahora una mole llena de escombros tras una explosión que el viernes que dejó al menos 42 muertos. Directivos de la administración dijeron el mismo día que el 80% de la edificación estaba dañada.

En paralelo, los rescatistas seguían trabajando de manera continua desde el viernes, cuando se produjo el estallido aparentemente ocasionado por una fuga de gas en un camión cisterna. Sus tareas incluyen el levantamiento de escombros para recuperar los cuerpos de más víctimas aún enterradas.

«Como prioridad número uno la dirección del país ha dado la búsqueda de nuestros compañeros», dijo a un grupo de periodistas Roberto Enríquez, un vocero de la empresa Gaviota, administradora del Saratoga y una de las entidades empresariales de las Fuerzas Armadas. «Cuando concluya, pensamos que estamos bastante cerca… Habrá un equipo multidisciplinario, ya lo tenemos concebido, que profundizará en la situación actual que tiene ese inmueble».

«Hoy la instalación tiene una afectación aproximadamente a vista de los especialistas de un 80% pero todo esto tiene que corroborarse», manifestó Enríquez, quien rechazó indicar si sería demolido o se si se le volvería a usar como hotel.

Un miembro de la Cruz Roja Cubana toma un descanso después de trabajar entre los escombros de la explosión que destruyó el Hotel Saratoga de cinco estrellas en La Habana Vieja, Cuba. Foto La Hora: Ramón Espinosa/AP.

De los 51 trabajadores que eran parte del hotel o estaban trabajando en la remodelación, 23 fallecieron, entre ellos dos directivos, personal de servicios técnicos, gastronomía, recepción, seguridad, comercialización y aseguramiento, indicó Enríquez. Todavía se busca de entre los escombros a tres empleados, dos camareras y un cocinero.

Decenas de personas resultaron lesionadas en alguna medida durante la explosión ocurrida el pasado 6 de mayo sobre las 11 de la mañana en el Saratoga, una edificación de finales del siglo XIX enclavada en el medio de La Habana Vieja. El hotel se encontraba cerrado al público desde hace dos años por la pandemia y tras su remodelación se esperaba abrir precisamente este martes.

Un reporte del martes por la mañana del Ministerio de Salud informó que la cifra de fallecidos se elevó a 42 y unas 17 se encuentran hospitalizadas.

Durante una reunión de un grupo temporal de seguimiento creado por el gobierno, el primer secretario del poderoso Partido Comunista de la Capital, Luis Antonio Torres Iríbar, informó que 38 viviendas fueron afectadas y que 95 personas debieron ser alojadas en un pequeño hotel al este de la ciudad, indicó el martes el portal oficial Cubadebate. De las tres construcciones de apartamentos muy dañadas por el estallido, uno de los edificios se determinó técnicamente que se demolerá.

El accidente llega cuando la isla comenzaba a remontar en su vital sector de turismo, un motor económico que se vio afectado tanto por la COVID-19 como por las sanciones de Estados Unidos presionando un cambio de modelo político en la nación caribeña y que limitó los permisos para viajes de sus ciudadanos. El Saratoga fue el lugar que escogieron para alojarse figuras como Beyonce y su esposo Jay-Z; o la cantante Madonna con sus hijos.

Funcionarios de turismo desestimaron que el accidente fuera un percance para el sector en general. «La imagen de Cuba seguirá siendo la de un destino de paz, tranquilidad y seguridad», dijo la vocera del Ministerio de Turismo, Carmen Casals. «Este es un terrible accidente, lamentamos las pérdidas de vidas humanas y los damnificados pero vamos recuperarnos».

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