Una fuga de gas natural fue la causa aparente del estallido en la estructura del siglo XIX en el barrio de La Habana Vieja. El hotel no tenía invitados ni turistas en ese momento, ya que estaba en proceso de renovación previo a una reapertura programada para el martes después de haber estado cerrado por la pandemia.
Pero probablemente la zona de enfrente del hotel habría estado ocupada por gente cuando ocurrió la explosión que lanzó escombros de concreto a las calles.
La cifra de muertos se elevó en la jornada a 26, entre ellos cuatro niños y una mujer embarazada, informó el sitio oficial de noticias Cubadebate, que más tarde citando al Ministerio de Salud confirmó que la cantidad de heridos alcanza los 80, de los cuales 46 permanecían hospitalizados. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tuiteó que una turista española figuraba entre las víctimas fatales y que otro ciudadano español resultó gravemente herido.
Las autoridades cubanas confirmaron posteriormente la muerte de la turista e indicaron que su pareja resultó herida, aunque aclaron que no se hospedaban en el hotel. La vocera del Ministerio de Turismo, Dalila González, dijo que una turista cubana-americana también sufrió lesiones.
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Representantes del grupo turístico Gaviota, propietario del hotel, dijeron durante una conferencia de prensa por la tarde que 51 trabajadores se encontraban dentro del hotel en ese momento y otros dos realizaban labores de restauración. De ellos, 11 fallecieron, 13 siguen desaparecidos y seis fueron hospitalizados. El resto logró abandonar la instalación sufriendo sólo lesiones leves, indicó el vocero de Gaviota, Roberto Enriquez.
González dijo que la causa de la explosión aún estaba bajo investigación, aunque una grúa gigante levantó un camión cisterna de gas calcinado de los escombros del hotel la madrugada del sábado.
Aunque las inmediaciones del Hotel Saratoga permanecían acordonadas, se pudo observar desde la noche del viernes el trabajo de la maquinaria pesada y camiones cargando cascajo y otros escombros, mientras palas mecánicas levantaban pedazos de pared y mampostería para despejar el lugar y permitir la labor de los rescatistas.
A primera hora de la madrugada del sábado, Cubadebate indicó que una persona fue sacada de entre los escombros. No informó sobre su estado de salud, pero se conjeturaba que estaba con vida, pues en un video colocado por la página se ve a los paramédicos subir a toda prisa a la persona en una ambulancia.
Los rescatistas que usaban perros de búsqueda treparon sobre enormes trozos de concreto con la esperanza de encontrar a otros posibles sobrevivientes. Los familiares de las personas desaparecidas permanecieron en el lugar, mientras que otros se reunieron en los hospitales donde se atendía a los heridos.
Yatmara Cobas se encontraba impaciente fuera del perímetro esperando noticias de su hija, Shaidis Cobas, una camarera de 27 años.
“Mi hija está en el Saratoga, está desde las 8 de la mañana (del viernes) y a estas alturas no sé nada de ella, no está en la morgue, no está en el hospital”, dijo Cobas a los gritos.
La familia Cobas visitó todos los lugares a donde llevaron heridos sin conseguir información, aseguró la mujer a The Associated Press. “Estoy cansada de las mentiras”, agregó.
El teniente coronel Enrique Peña informó al comandante Ramiro Valdés, un líder histórico de la revolución que luchó junto a Fidel Castro, sobre los esfuerzos de búsqueda en el sitio el sábado por la mañana.
Peña dijo que se había detectado la presencia de personas en el primer piso y en el sótano. Había cuatro equipos de perros de búsqueda y guías trabajando. Los rescatistas intentaban llegar a las víctimas, pero no sabían si estaban vivos o muertos.
La explosión se produjo poco antes las 11 de la mañana del viernes y el ruido estremecedor se escuchó por todos los alrededores.
“No quiero moverme de aquí”, dijo a la AP Cristina Avellar, quien aguardaba desde el viernes en el lugar de la explosión alguna información de Odalys Barrera, una cajera de 57 años del Saratoga y madre de dos hijas, la mayor de las cuales acaba de dar a luz.
Avellar, madrina de las hijas de Barrera, permanecía frente al hotel desde que se enteró del accidente. La familia completa se puso de acuerdo para buscar por los distintos hospitales o hacer guardia frente a la mole destruida.
Unos metros más allá estaban parientes de Juan Carlos Haza, quienes conjeturaban sobre la posibilidad de que puedan hallarse personas en los sótanos —aunque se desconoce si vivas o muertas— en las próximas horas.
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Entre lágrimas hablaba Beatriz Céspedes Cobas, de 26 años, hermana de Shaidis Cobas, de 27. “Le tocaba trabajar hoy. Ella es camarera. Yo trabajo a dos cuadras. Sentí el estruendo y al comienzo ni asocié”, dijo a la AP.
Una escuela primaria de 300 alumnos contigua al Saratoga debió ser evacuada y cinco menores sufrieron lesiones leves, informó el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata. Agregó que además del Saratoga, hubo otras dos edificaciones de viviendas colindantes dañadas gravemente. En uno de ellos colapsaron completamente 15 departamentos y en el otro diez tuvieron daños de magnitud. Sus residentes fueron llevados a albergues.
Además del impacto de la pandemia en el sector turístico de Cuba, la isla ya estaba luchando con las sanciones impuestas por el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que se han mantenido en el gobierno de Joe Biden. Las sanciones limitaron las visitas de turistas estadounidenses y restringieron las remesas que enviaban los cubanos en Estados Unidos a sus familias en Cuba.
El turismo había comenzado a resurgir un poco a principios de este año, pero la guerra en Ucrania frenó un auge de visitantes rusos, que representaron casi un tercio de los turistas que llegaron a Cuba el año pasado.
El hotel está ubicado frente al Capitolio, donde actualmente tiene su sede Asamblea del Poder Popular, el Parlamento cubano, y que sufrió roturas de vidrios y daños en la mampostería producto de la explosión. Se encuentra en una zona de construcciones antiguas y deterioradas, por lo que cientos de vecinos salieron a las calles ante el temor a nuevas explosiones.
Con su diseño neoclásico francés, el Saratoga era un hotel cinco estrellas con 96 habitaciones, dos bares, dos restaurantes, un spa y una piscina en la azotea con una vista panorámica de la ciudad. Figuras internacionales se habían alojado allí, como la cantante estadounidense Beyoncé y su esposo, Jay Z.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tenía previsto llegar a La Habana para una visita el sábado por la noche y el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que la visita aún se llevaría a cabo.