Los precios del gas natural se elevaron debido a la invasión de Rusia a Ucrania. Foto La Hora: Pavlo Palamarchuk, archivo/AP.

 

Europa está batallando para reducir su dependencia energética con Rusia y se prepara para una posible interrupción del suministro de gas natural a medida que la guerra rusa en Ucrania eleva los precios a nuevos máximos.

Los precios del gas natural alcanzaron un récord el jueves por segundo día consecutivo, mientras las restricciones sobre el petróleo y el gas se tratan cada vez más como una posibilidad en el octavo día de la guerra, ya sea a través de sanciones occidentales o represalias rusas.

Eso podría presionar aún más el gasto de las personas: los precios de los energéticos han estado altos durante meses debido a los suministros bajos, lo que aumenta el costo de todo, desde las facturas de gas o luz hasta los comestibles, ya que las empresas transfieren sus costos a los clientes.

Los operadores están «teniendo en cuenta la creciente probabilidad de sanciones en el gas por cada día que continúa la ofensiva», advirtió Kaushal Ramesh, analista senior de Rystad Energy.

El gas continúa fluyendo a través de los principales gasoductos desde Rusia a Europa. Foto La Hora: AP.

El precio del gas es 10 veces mayor que a principios de 2021, pero continúa fluyendo a través de los principales gasoductos desde Rusia a Europa, incluidos los que pasan por Ucrania, afirman las compañías de energía.

Para prepararse ante cualquier corte a medida que se intensifica la guerra y para reducir la dependencia rusa, varios países están recabando suministros de gas natural licuado (GNL) por barco. También están acelerando los planes para terminales y oleoductos que no dependan de Rusia y hablando de permitir que las centrales eléctricas de carbón sigan trabajando, aunque arrojen emisiones contaminantes más tiempo si eso significa independencia energética.

Sin embargo, muchas de las medidas llevarán meses o —en el caso de nuevos oleoductos y terminales— años. La respuesta a largo plazo es construir rápidamente instalaciones de fuentes renovables como la eólica y la solar, pero por ahora, Europa depende del gas para calentar los hogares, generar electricidad y abastecer industrias como los productores de fertilizantes.

 

Europa, que obtiene casi el 40% de su gas de Rusia, se encuentra en una situación diferente a la de Estados Unidos, que produce su propio gas natural. Aun así, La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, asegura que Europa «tiene las herramientas» para manejar cualquier represalia rusa este invierno y reconoce que un corte total «por supuesto, seguiría siendo un desafío».

Los países de la Unión Europea están trabajando para establecer una reserva estratégica de gas y establecer requisitos de almacenamiento. Los funcionarios están instando a los países a firmar acuerdos para compartir gas en casos de emergencias.

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