Un cargamento de vacunas contra el COVID-19 distribuidas por el mecanismo COVAX llega a Abiyán, Costa de Marfil. Foto La Hora/AP.

El programa respaldado por Naciones Unidas para enviar vacunas contra el coronavirus a muchos países pobres ha entregado ya mil millones de dosis, según la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, ese hito “es apenas un recordatorio del trabajo que queda por hacer” después de que lo países ricos acaparasen y acumulasen los fármacos, dijo la OMS.

Un envío de 1,1 millones de dosis de vacunas enviado el sábado a Ruanda salió la dosis mil millones distribuida por el programa COVAX, dijo la agencia de Naciones Unidas.

La OMS critica desde hace mucha la distribución desigual de las vacunas y ha pedido a los fabricantes ya otros países que den prioridad a COVAX. Para el jueves, dijo el grupo, 36 de sus 194 países miembros habían vacunado a menos del 10% de su población, y 88 habían vacunado a menos del 40%.

El programa ha hecho entregas a 144 países por ahora, “pero el trabajo que ha llevado a este hito es apenas un recordatorio del trabajo que queda”, dijo la OMS en un comunicado.

“La ambición de COVAX se vio comprometida por el acaparamiento y la acumulación en países ricos, brotes catastróficos que llevaron a cortes de fronteras y suministro”, agregó. “Y la falta de licencias, tecnología y conocimientos compartidos por las farmacéuticas supusieron que se desaprovechara la capacidad de fabricación”.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a todo el mundo a finales de diciembre a hacer un “propósito de año nuevo” de vacunar al 70% de las poblaciones de los países para principios de julio.

En una entrevista de prensa publicada el domingo, la nueva ministra de desarrollo internacional alemana dijo que quiere aprovechar la presidencia de su país este año al frente del Grupo de los Siete países más industrializados para asegurarse de que COVAX obtiene los recursos que necesita en 2022.

“Por desgracia, aún hay demasiados pocos países que participan en el financiamiento de la campaña de vacunación global”, dijo Svenja Schulze en las declaraciones citadas por el grupo de periódicos Funke. “Junto con Suecia, Noruega, Canadá y Estados Unidos, somos los que más donan. Los otros países industrializados se quedan bastante atrás”.

Alemania dijo haber donado 103 millones de dosis a países más pobres el año pasado, y tenía previsto donar otros 75 millones de dólares para 2022.

Schulze señaló que quería ampliar la ayuda a países en desarrollo para que produciran sus propias vacunas, y señaló como vía preferida los acuerdos entre empresas para que produciran vacunas bajo licencia.

Vista de cajas que contienen algunas de 1.008.000 dosis de US Johnson & Johnson vacunas contra el COVID-19 donadas a través del mecanismo COVAX, a su llegada a la base de la Fuerza Aérea en El Alto, Bolivia. Foto La Hora/AFP.

Cuando se le preguntó si tendría sentido suspender las patentes relacionadas con el COVID-19, algo a lo que se oponía al gobierno anterior, respondió: “Dudo que los países en desarrollo consiguieran vacunas con más facilidad si suspendemos las patentes”. La cuestión, dijo, es apenas una pequeña parte del proceso de producción.

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