El presidente estadounidense Joe Biden se sumó a otros mandatarios mundiales hoy para destacar la importancia de conservar los bosques como medida contra el calentamiento global, alentando las ambiciones en una cumbre climática global mientras en casa el senador de un estado productor de carbón vuelve a amenazar su proyecto de ley climático.
Las declaraciones del senador demócrata Joe Manchin, de que aún tiene dudas sobre el paquete de 1,75 billones de dólares, que incluye 555.000 millones de dólares en medidas para combatir el cambio climático, llegan en un momento desafortunado para el presidente.
Llegan en momentos que Biden y sus colaboradores exhortan, seducen y negocian con jefes de gobierno para que aceleren las medidas de recorte de las emisiones de combustibles fósiles en una cumbre con un centenar de mandatarios mundiales en Glasgow, Escocia.
Manchin tiene un voto clave en el Senado, donde Biden tiene la mayoría más estrecha, y ha logrado eliminar sucesivamente partes cruciales de las propuestas climáticas del gobierno. El lunes dijo que tenía dudas acerca del impacto del proyecto sobre la economía y la deuda federal y que estaban «tan dispuesto a votar en contra» como a favor.
Biden se ha empeñado en demostrarle al mundo que Estados Unidos ha vuelto a sumarse a los esfuerzos globales contra el cambio climático después que su predecesor Donald Trump retiró a la economía más grande del mundo y la segunda en contaminar la atmósfera del acuerdo climático de París.
Colocar a Estados Unidos en camino de reducir a la mitad la contaminación provocada por su producción de carbón, petróleo y gas natural para 2050, el objetivo de su proyecto de ley, «demuestra al mundo que Estados Unidos no solo ha regresado a la mesa sino que espera liderar con el poder de nuestro ejemplo», dijo Biden el lunes.
«Sé que no siempre ha sido así», dijo en alusión a Trump.
Biden apuesta a que la combinación correcta de medidas para el cambio climático y la economía son beneficiosas no solo para el país sino también para los demócratas. Pero resta saber si tiene suficiente capital político en casa para cumplir sus promesas a los mandatarios mundiales de que volcará a Estados Unidos hacia las energías renovables.
Las elecciones a gobernador el martes en Virginia y Nueva Jersey —estados en los que Biden ganó la elección presidencial— serán la primera prueba en las urnas sobre la visión que tienen los estadounidenses de su presidencia.