El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, derecha, con la ministra de Defensa de España, María Margarita Robles Fernández, antes de una reunión bilateral en la sede de la alianza en Bruselas. Foto La Hora/AP/Virginia Mayo.

Los ministros de Defensa de la OTAN analizan hoy las lecciones de casi dos décadas de misión militar en Afganistán, entre ellas si la organización de seguridad más grande del mundo debe encarar grandes operaciones fuera de Europa y América del Norte.

Previamente a la reunión en la sede de la alianza militar encabezada por Estados Unidos en Bruselas, el secretario general Jens Stoltenberg dijo que el desenlace de la operación más grande que haya encarado la OTAN revela que jamás se deben subestimar los retos de semejantes emprendimientos.

«Pone de relieve los retos y riesgos de emprender misiones y operaciones grandes fuera del territorio de la OTAN», dijo Stoltenberg a la prensa. Añadió, sin embargo, que «la lección no puede ser que jamás las encararemos».

«No debemos extraer de Afganistán la conclusión equivocada de que los aliados de la OTAN y la OTAN jamás deben volver a iniciar operaciones militares para combatir el extremismo o el terrorismo», dijo.

La OTAN encabezó las operaciones internacionales de seguridad en Afganistán a partir de 2003, pero puso fin a las operaciones de combate en 2014 para concentrarse en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad locales. Ayudó a construir un ejército afgano de 300,000 efectivos, pero esa fuerza se desintegró en pocos días ante el avance del Talibán.

Un puente aéreo estadounidense evacuó a más de 100,000 personas de Kabul durante los frenéticos días finales después que el presidente Joe Biden anunció el retiro de las fuerzas occidentales. Miles de afganos permanecieron allí, desesperados por huir de la incertidumbre del régimen talibán.

Stoltenberg insinuó que el problema fue en parte que el papel de la OTAN se volvió más difícil a medida que se desarrollaba el esfuerzo internacional para reconstruir Afganistán, ya que alejó a la organización de su tarea original de destruir a la red de Al Qaeda.

«Comenzamos con una misión militar muy limitada, estrecha, de combatir el terrorismo, degradar Al Qaeda», dijo, pero luego la OTAN se convirtió en «apenas uno entre muchos jugadores o actores», entre ellos la UE y la ONU, «empeñados en construir una nación».

La ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, dijo que era importante comprender que «los objetivos puramente militares son insuficientes» cuando el objetivo final es fomentar la democracia y la estabilidad en un país desgarrado por décadas de conflictos.

«Si se persiguen objetivos políticos a largo plazo, posiblemente se necesitan aún más de 20 años de paciencia y sobre todo… se deben describir los objetivos en términos muy concretos y realistas, porque de otro modo se consigue lo que vimos en Afganistán: logramos nuestros objetivos militares a lo largo de 20 años, pero la construcción de la nación fracasó en el largo plazo», dijo a la prensa.

Artículo anteriorSiria ejecuta a 24 personas por causar incendios forestales
Artículo siguienteCambio climático agrava las inundaciones en Venecia