Foto ilustrativa. Un grupo de migrantes en la zona fronteriza entre Guatemala y México. Foto La Hora/AP

Un grupo de más de 300 migrantes, entre ellos muchos niños, partió este sábado a pie de Tapachula, en el sur de México y casi frontera con Guatemala, hacia el norte con la esperanza de avanzar hacia Estados Unidos, pero después de unas ocho horas de camino las fuerzas de seguridad iniciaron las acciones para dispersarlos.

La intención del grupo, conformado por haitianos y personas de otras nacionalidades, era llegar a la localidad de Huixtla, 40 kilómetros al norte de Tapachula, pero el camino se complicó por la tarde debido a una lluvia fuerte.

Después de pasar sin problemas por un punto de control migratorio, un pequeño despliegue de efectivos de la Guardia Nacional con equipo antidisturbios les intentó cerrar el paso. Algunos fueron detenidos y otros lograron seguir avanzando, aunque el sábado por la tarde todo apuntaba a que el grupo iba a quedar totalmente disminuido.



El flujo de migrantes desde Centroamérica se ha incrementado desde principio de año y en los últimos días la desesperación había crecido, sobre todo entre la comunidad haitiana varada en Tapachula. Esta semana comenzaron a manifestarse para que se agilizaran sus trámites migratorios y amenazaban con partir en caravana el lunes en caso de no ser atendidos.

Heyman Vázquez, un sacerdote que trabaja en apoyo a los migrantes en Huixtla y que acudió al encuentro del grupo, mostró su preocupación por la cantidad de niños que iban en el mismo.

Este año ha habido goteos constantes de pequeños grupos de migrantes caminando por distintos puntos de las carreteras del sur de México, pero este es el primero de varios centenares que aparentemente aspiraba a formar una caravana como las que se dieron antes de la pandemia o las que intentaron salir de Honduras en enero, pero no pasaron de Guatemala.

Foto ilustrativa. Migrantes en El Ceibo después de haber sido deportados desde Estados Unidos. Foto La Hora/AP

Mientras algunos migrantes intentaban esquivar a las fuerzas de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encontraba justo en Huixtla, participando en un acto en un hospital público.

El gobierno mexicano ha insistido esta semana en que seguirá con su política de contención de migrantes. El secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, enfatizó el viernes que el objetivo «principal» de todo el despliegue del ejército, la marina y la Guardia Nacional es precisamente «detener toda la migración» y «cubrir la frontera norte, la frontera sur con efectivos».

Según Sandoval, en el sur hay desplegados más de 14.000 militares y de la Guardia Nacional que trabajan junto con otros tantos elementos de seguridad pública desde los límites con Guatemala y Belice hasta el Istmo de Tehuantepec, la parte más estrecha del sur de México.

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