Directivos del laboratorio farmacéutico Moderna dicen que si bien su vacuna contra el COVID-19 sigue siendo eficaz, planean producir dosis de refuerzo para combatir la contagiosa variante delta.
Ante la «fuerza creciente del contagio» de esa variante y la disminución eventual de la inmunidad, «probablemente será necesario un refuerzo para darnos la mayor seguridad posible» durante el invierno, dijo el presidente de Moderna, doctor Stephen Hoge, en una reunión de inversionistas.
Las inyecciones conservan un 93% de efectividad durante cuatro a seis meses después de la segunda dosis, de acuerdo con el estudio más reciente de Moderna con 30,000 personas, informó la empresa el jueves. Pero eso era antes de la ola reciente de contagios debido a la variante delta.
Las pruebas de varios países revelan que la protección, sobre todo de la hospitalización y muerte, sigue siendo fuerte contra la variante delta.
Hoge dijo que media dosis de la vacuna original seis a ocho meses después de la segunda inyección sería suficiente. Un estudio pequeño, dijo, revela que el aumento de los niveles de anticuerpos basta para combatir las variantes, incluida la delta.
Moderna y su competidor Pfizer están estudiando una gama de estrategias de refuerzo. Algunos países han comenzado a ofrecer terceras dosis a grupos vulnerables con sistemas inmunes débiles, pero las autoridades de salud de Estados Unidos no lo han hecho.