La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a los países a financiar “una amplia gama de medidas reparadoras” para hacer frente a los legados de la esclavitud, el colonialismo y la discriminación racial.
Bachelet presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU un informe encargado tras el asesinato de George Floyd en Estados Unidos y publicado el mes pasado. Tras un año de elaboración, espera aprovechar el impulso del interés global por el racismo y su impacto en la comunidad afrodescendiente.
Bachelet explicó ante el Consejo en Ginebra que la investigación “no pudo encontrar un solo caso de un Estado que haya asumido de manera integral su pasado o que haya dado cuenta de sus impactos en la vida de los afrodescendientes en la actualidad”, a pesar de algunos intentos por buscar la verdad a través de disculpas, litigios y conmemoraciones.
Recomendó a los países “crear, reforzar y financiar completamente procesos integrales —con la participación de las comunidades afectadas— para compartir la verdad sobre lo que se hizo y los daños que se siguen infligiendo”.
“Establecer la verdad sobre estos legados y su impacto hoy, y hacer frente a este daño a través de una amplia gama de medidas reparadoras es crucial para sanar nuestras sociedades y hacer justicia por crímenes terribles”, dijo Bachelet. “Las medidas adoptadas para encarar el pasado transformarán nuestro futuro”.
El Consejo de Derechos Humanos encargó el informe durante una sesión especial celebrada el año pasado a raíz del asesinato de George Floyd, un estadounidense de raza negra que murió a manos de un policía blanco en Minneapolis en mayo de 2020. El policía, Derek Chauvin, fue condenado el mes pasado a 22 años y medio de prisión.