En esta fotografía del 20 de diciembre de 2019, Cola, una orangután de 10 años, espera en una jaula para ser enviada de regreso a Indonesia en Bangkok, Tailandia. Foto: La Hora/AP.

BANGKOK / AP

Tailandia redoblará esfuerzos para reducir el comercio de vida silvestre con el fin de ayudar a disminuir el riesgo de futuras pandemias, informaron el jueves las autoridades, aunque de momento no está claro si eso podría significar el fin de todas las ventas de ese tipo en el epicentro del tráfico de vida silvestre.

El gobierno tiene el objetivo de que Tailandia «se libere del comercio legal de vida silvestre” al tiempo que combate el tráfico ilegal de animales salvajes, dijo el jueves Waravut Silpa-archa, ministro de Recursos Naturales y de Medio Ambiente.

En un discurso grabado, Silpa-archa y otros funcionarios dijeron que la pandemia de coronavirus ha planteado la urgencia de cerrar la cadena de suministro de carne de animales salvajes y cazados que alberga los patógenos que causan el COVID-19, el ébola y otras enfermedades en los humanos.

Señaló que el lema de la campaña es: “Detengan las enfermedades y las extinciones: Nunca coman, compren, cacen o vendan vida silvestre”.

Debido a que el ministro pronunció su discurso de manera remota, no fue posible preguntarle si las autoridades planean cerrar los mercados que siguen vendiendo diversas especies animales, incluso en el centro de Bangkok.

Algunos mercados están cerrados, al menos por ahora, mientras Tailandia lidia con su peor ola de casos de COVID-19 desde que empezó la pandemia. El primer caso fuera de China se registró en Bangkok, pero el número de infecciones fue bajo hasta este abril, cuando las infecciones aumentaron a pesar de que se implementaron estrictas cuarentenas para la gente que ingresaba al país.

Las autoridades, en tanto, están enfocando su atención en evitar crisis futuras vinculadas a la propagación de enfermedades transmitidas de animales a los humanos.

Se cree que el coronavirus que causa el COVID-19 surgió de los murciélagos o de otras especies, aunque los orígenes exactos de la enfermedad, que se detectó en la ciudad central china de Wuhan a finales de 2019, son objeto de un intenso debate.

En febrero de 2020, el gobierno chino anunció una amplia prohibición del consumo de animales silvestres.

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