Foto: AFP
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Tras el desfile de testigos de la fiscalía de Nueva York que acusa al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández de narcotráfico y tráfico de armas, la defensa anunció este lunes la declaración de dos militares con los que espera apuntalar la inocencia de su cliente.

Los abogados de Hernández, que de ser hallado culpable podría ser condenado a cadena perpetua, pidieron en vano que se retiren los cargos contra el acusado en el Tribunal del Distrito Sur de Manhattan.

En respuesta, la fiscalía afirmó que la docena de testigos -la mayoría narcotraficantes que cumplen o han cumplido condena en Estados Unidos y que recibirán a cambio una remisión de pena- y transcripciones de conversaciones presentadasdurante las dos primeras semanas de juicio demostraron que conspiró para traficar con drogas y armas.

En un juicio en el que la fiscalía tiene la responsabilidad de demostrar la culpabilidad del acusado de los cargos que le imputa, la defensa llamó como primer testigo al general hondureño Tulio Romero Palacios.

El que fuera jefe de la Guardia de Honor Presidencial, la unidad militar que protege al presidente, intentó poner un dique entorno al expresidente, del que es amigo desde el colegio.

Aunque reconoció que sabía de las relaciones del hermano del presidente Tony Hernández, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, con narcos antes incluso de que salieran a la luz y que el presidente le había pedido que se apartara de dichas compañías.

Después de que el juez instructor Kevin Castel rechazara, a pedido de la fiscalía otros dos testigos que pretendían dar contexto sobre la realidad electoral de Honduras y sobre las leyes contra el narcotrafíco aprobadas durante el gobierno de Hernández, la defensa anunció otros dos testigos, el general Xavier René Barrientos y otro militar cuya identidad no se ha revelado.

La defensa todavía mantiene el suspense sobre la eventual declaración del propio Hernández.

El miércoles está prevista la presentación de los argumentos finales antes de que los 12 miembros del jurado reciban las instrucciones del juez para empezar a sellar la suerte del expresidente.

Hasta ahora, los testigos de la fiscalía, sobre todo narcotraficantes, como Fabio Lobo, el hijo del expresidente Porfirio Lobo, y uno de los líderes del cartel de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera, han declarado haber sobornado al expresidente directamente o a través de su hermano Tony Hernández a cambio de su protección y la de sus mercancías.

Este lunes, el jurado pudo asistir a un curso práctico del tipo de armas y su alcance que utilizan los cárteles de la droga para proteger sus cargamentos y eliminar a sus detractores.

«Gran espectáculo», denunció uno de los abogados de la defensa, Renato Stabile, que trató en vano de que no se mostraran las armas reales en la sala de audiencias.

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