La humanidad abusa del plástico porque es muy barato, pero un tratado internacional ambicioso permitiría reducir masivamente nuestra dependencia a los plásticos desechables. Foto La Hora: AFP.

 

La humanidad abusa del plástico porque es muy barato, pero un tratado internacional ambicioso permitiría reducir masivamente nuestra dependencia a los plásticos desechables, dice Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente en una entrevista con la AFP.

Inger Andersen pide a los activistas que «mantengan la presión» y a los empresarios industriales que se sumen al esfuerzo.

Pregunta: ¿Cuáles son los principales obstáculos para un tratado ambicioso?

Respuesta: Hoy en día, el polímero bruto virgen es más barato que el polímero reciclado. ¿Qué nos permitirá pasar del sistema lineal actual («tomamos, producimos, tiramos») a un sistema circular? No será fácil. Actualmente es gratis tirar, pero la externalidad del coste medioambiental y para la salud humana es enorme. Y eso no tiene impuestos.

Creo firmemente en la reformulación de los productos. Hoy en día queremos que muchos de nuestros productos sean líquidos: nuestro champú, nuestra pasta de dientes o nuestro detergente. Porque nuestra especie ama la vida práctica. Pero hay muchas cosas que podemos «deslicuar» y transportar de manera sólida en cajas.

P: ¿El reciclaje – 9% actualmente – es una solución creíble?

R: El reciclaje en si no nos sacará del problema. Pero el reciclaje es una de las muchas claves para salir adelante. Debemos ser conscientes de que hoy tiramos el material plástico. No tiene ningún valor. Cuando era pequeña en Dinamarca y tenía poco dinero de bolsillo, recogía botellas con mis hermanos, porque en esa época nos daban 50 céntimos. Era muy poco, pero tenía un valor. Imaginen el día en que estas cosas tendrán valor: las trataremos de forma muy diferente.

P: ¿Qué otros cambios de mentalidad son necesarios?

R: Concienciarse es la primera etapa. Sin poner la responsabilidad en el consumidor, ya que a fin de cuentas, son las empresas y los gobiernos quien deben asumirla, la segunda etapa es la siguiente: Tenemos poder de elección sobre un montón de cosas. Por ejemplo, en una fiesta: ¿Necesitamos vasos desechables o podemos lavarlos después? ¿Necesito realmente esta bolsa de plástico para llevar cinco tomates? Es un polímero pesado, que pasará cien o incluso mil años en el vertedero. Y si ven bananas en una bolsa de plástico al lado de unas sin… saben, la Tierra las fabricó y ya las empaquetó.

Pero los cambios sistémicos más importantes llegarán con los acuerdos como el tratado que estamos a punto de negociar.

P: La contaminación plástica fue ignorada durante mucho tiempo en las negociaciones internacionales, ¿cómo se abrió el camino para un proyecto de tratado como este?

R: La demanda popular se volvió muy fuerte, y en la mayoría de países viene tanto de la izquierda como de la derecha. Para mi, es el resultado del activismo de una amplia variedad de personas. Y pido a todos esos activistas que mantengan la presión para que el futuro tratado contenga elementos vinculantes (…) ambiciosos.

P: ¿Pero a los activistas les preocupa la influencia de la industria?

R: Hemos registrado un total de 2.800 participantes para estas negociaciones en París, 908 de ellos gubernamentales, 1.712 miembros de oenegés y diez asociaciones industriales.

Si nos remontamos a la capa de ozono, que es probablemente nuestro tratado más exitoso, no pudimos encontrar una solución sin la presencia de la industria en la mesa de negociaciones. Pienso que una vez se apruebe la legislación, las empresas la seguirán. Y les digo: Esto llegará muy pronto a vuestro cine más cercano. Ya que están, más vale participar y formar parte del cambio, porque el tratado está llegando y será ambicioso, ya que es lo que quiere el mundo.

P: ¿La humanidad podrá prescindir algún día del plástico?

R: El plástico está por todas partes. Siempre necesitaremos el interruptor eléctrico, el volante, etc. Pero debemos reflexionar sobre el problema del uso único. Abusamos del plástico porque es tan barato, pero hay consecuencias para el medioambiente, los océanos, la flora y la fauna. Somos cada vez más conscientes sobre el impacto para nuestra propia salud.

 

Artículo anteriorPor «donativo» juramentarán en Casa de Dios a Junta Electoral del Distrito Central
Artículo siguienteSub20: Uruguay vence a Túnez y clasifica, Inglaterra va contra Italia