El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó a Rusia de haber cometido una «atrocidad horrible» luego que al menos 50 personas, entre ellas cinco niños, murieran el viernes en el bombardeo de la estación ferroviaria de la ciudad de Kramatorsk, al este de Ucrania.
«El ataque de una estación ucraniana es una nueva atrocidad horrible cometida por Rusia, afectando a civiles que intentaban salir y ponerse a salvo», tuiteó el mandatario. Periodistas de la AFP en el lugar vieron al menos treinta cuerpos colocados en bolsas para cadáveres o bajo lonas impermeables frente a la estación.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció la «maldad ilimitada» desatada por Rusia y sus métodos «inhumanos». Moscú ha negado ser responsable de este bombardeo, alegando no tener el tipo de misil que habría sido utilizado y denunciando una «provocación» ucraniana.
Kramatorsk está en la parte del Donbás bajo control ucraniano. El resto de esta región está controlada desde 2014 por separatistas prorrusos, y Moscú ha hecho de la conquista de esta zona su objetivo prioritario tras retirar sus tropas de la región de Kiev y del norte de Ucrania.
The attack on a Ukrainian train station is yet another horrific atrocity committed by Russia, striking civilians who were trying to evacuate and reach safety.
— President Biden (@POTUS) April 8, 2022
Kiev contará para esta nueva fase del conflicto con un sistema de defensa antiaérea S-300 proporcionado por el gobierno eslovaco, lo que Joe Biden agradeció en un comunicado de prensa este viernes.
Esta donación fue posible gracias al envío por la OTAN de cuatro baterías de defensa antimisiles Patriot a Eslovaquia.
«A medida que las fuerzas rusas se reposicionan para la siguiente fase de esta guerra, he dado instrucciones a mi administración de que continúe sin escatimar esfuerzos en proporcionar al ejército ucraniano las armas modernas que necesita para defender su país», agregó Biden.