Ayer el Ministerio Público publicó un mensaje en la red social X, presentándose como #MPfuerteYfirme #MPcontraLaCorrupción, y anunció que la fiscalía específica para investigar hechos de corrupción realizó “diligencia en la sede del Micivi, en seguimiento a una investigación”, sin detallar de qué se trató el operativo ni cuál es el delito que se investiga. Ciertamente la función esencial del MP es llevar a cabo investigaciones ante cualquier denuncia que reciban con relación a la realización de hechos que riñen con la ley y es sano que, después de muchos años de no mover un dedo en el tema de la corrupción, ahora anuncie que llega a oficinas públicas para cumplir con su gorda obligación.
Por supuesto que entra la duda de si el delito que se investiga pudo ser cometido después del 14 de enero, lo cual explicaría la fanfarria con la que realizan el anuncio, pues hemos visto que todo lo que tiene que ver con los trinquetes del gobierno anterior no hacen que se mueva ni siquiera la más pequeña de las hojas del árbol. Por supuesto que cualquier negocio sucio que se haga en el gobierno actual merece y debe ser profundamente investigado para castigar a los responsables de acciones que afecten al erario nacional y se debe aplaudir que los fiscales muevan cielo y tierra para dar con las pruebas que permitan procesar penalmente a los corruptos.
Pero es elemental el principio de la aplicación universal de la ley y por lo tanto con la misma diligencia, aunque sea con una jamás justificable tardanza, se proceda a investigar casos de corrupción del gobierno del Presidente que se calificó como amigo de la Fiscal General y quien dio muestras de molestia cuando Miguelito (el mero mero, pues) habló groseramente para exigirle a su querido que pusiera en orden a Consuelo Porras (la vieja ******).
Empezando por los casos más sonoros, como pueden ser la compra de las vacunas Sputnik y el soborno jugoso que fue entregado en la casa de habitación de la pareja presidencial, para seguir simplemente con el elemental chequeo de todas las operaciones y contratos de ese gobierno porque se sabe que nada se autorizaba sin salpicar al Jefe de Jefes.
Nunca nos podremos oponer a que la corrupción sea investigada y, por el contrario, pensamos que no hay peor crimen en un país con las carencias y necesidades del nuestro que robarse el dinero del erario. Pero aquí si hay que decir que o todos hijos o todos entenados y que no se vale el doble rasero de pronta diligencia para lo que ocurra desde el 14 de enero a la fecha y la vista gorda para lo anterior.
