Giammattei y Martínez
En la foto: el Presidente Alejandro Giammattei y Miguel Martínez. Foto: La Hora.

Ayer se publicó en el Diario Oficial el Presupuesto General de la Nación para el año 2024, mismo que fue pactado por la tenebrosa alianza oficialista que hizo, literalmente hablando, micos y pericos en la sesión del 30 de noviembre de este año para aprobar el más sucio plan de gastos nacionales de toda la historia del país. Hemos tenido diversas clases de presupuesto, algunos realizados con base en estudios técnicos serios y otros con más manoseo político, como el vigente, que se hizo para apuntalar los pactos del oficialismo con contratistas y aquellos Alcaldes que vendieron su alma al Jefe de Jefes. 

Recordemos que el primer presupuesto aprobado ya en la era Giammattei provocó aquellas manifestaciones que lograron acabar, de entrada, con lo aprobado por el Congreso y pusieron fin a la existencia del Centro de Gobierno como dependencia oficial, aunque el centro de gobierno siguió siendo Miguel Martínez. Y para cerrar con broche de oro la que es considerada ya por casi toda la población como la peor administración de la historia, Giammattei refrendó el acuerdo para darle vida legal y así dejar al país sumido en un asqueroso pacto que asegura enormes ingresos a la corrupción. 

La Corte de Constitucionalidad ya tiene algunos recursos planteados contra el Congreso por la forma mañosa en que se realizó la sesión en la que fue aprobado el presupuesto, misma en la que también se removió el antejuicio a los magistrados del Tribunal Supremo electoral. Sabiendo que Miguel Martinez ha estado reclamando a magistrados y que los fondos de ese presupuesto sirven para pactos oscuros, la CC debe tomar cartas en el asunto porque todos los ciudadanos tuvimos la oportunidad de seguir la sesión señalada y notamos la forma en que se impidió el debate y se negó la palabra a quienes formulaban objeciones, lo que da lugar a revisar si se cumplieron las normas parlamentarias en ese trámite. 

En todo caso, el Presupuesto forma parte del plan macabro que se dirigió desde la Presidencia, contando con la colaboración del congreso, con los 108 diputados que pactaron mediante jugosa compensación, del Ministerio Público y de las Cortes que fueron acordadas en aquella famosa visita de Miguel Martínez a la bancada oficial, de donde salió la lista de magistrados a elegir. Todos y cada uno de los que aparecieron en esa lista lograron su elección sin problema ni debate, dando continuidad a un modelo de justicia que fue pactado hace casi 10 años por Sinibaldi y Baldizón con el concurso de Gustavo Alejos. 

El presupuesto, además de sucio, puede tener graves repercusiones en la economía del país, como ya lo han dicho expertos en la materia, porque fue hecho de manera perversa para asegurar trinquetes que benefician a los aliados de la Dictadura de la Corrupción. 

Redacción La Hora

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