El interés y la preocupación de Estados Unidos por los acontecimientos relacionados con el ataque a la democracia en el país quedó de manifiesto con la visita simultánea de uno de los más altos funcionarios del Departamento de Estado, Richard Verma, quien vino acompañado del Subsecretario Adjunto para Centroamérica, Eric Jacobstein, a efecto de expresar el compromiso de su país con la democracia guatemalteca. Ambos funcionarios se reunieron con el Presidente Giammattei y dieron sendas y muy claras entrevistas a La Hora sobre esta especial coyuntura.
Es evidente que ellos entienden a la perfección el papel de la ciudadanía y su decisión de cambiar el rumbo del país, así como las amenazas que persisten para que se respete plenamente la voluntad popular, tal y como debe ocurrir en cualquier democracia. En ese sentido es importante ver la preocupación que expresan respecto a las acciones judiciales que pretenden alterar el pleno ejercicio democrático y su demanda para que las mismas cesen, destacando que entienden que si los inversionistas extranjeros ven una antojadiza interpretación del Derecho, jamás pensarán en traer su capital a este país.
Pero lo más importante es que ambos destacan cómo se ha ido produciendo ese gran compromiso entre los sectores de la ciudadanía guatemalteca para unirse en contra de cualquier asalto a la democracia; compromiso que se centra en la intención de construir un mejor país para todos. En los últimos días se ha hecho evidente la soledad de quienes están tratando de descarrilar el proceso electoral para impedir la investidura del doctor Bernardo Arévalo y el creciente rechazo de todos los sectores sociales a las burdas maniobras.
A ello se suma este acompañamiento internacional en el que también hay que destacar la presencia del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien al partir del país recibió muestras de agradecimiento de muchas personas que valoran el significado de ese apoyo a la voluntad popular.
Los dos altos funcionarios de Estados Unidos fueron categóricos en cuanto a señalar que es del todo inaceptable la manipulación del derecho y el papel de aquellos actores antidemocráticos y corruptos que realizan desesperadas acciones a fin de aferrarse a un sistema que, por vicioso, fue rechazado ampliamente por los electores en las urnas. Una ciudadanía que terminó despertando, hastiada, ante los efectos del saqueo que se materializan en hundimientos que son reflejo de nuestra realidad como país.
Todo ese apoyo de Estados Unidos y del mundo nos debe motivar a mantener nuestro compromiso para impedir acciones antidemocráticas de quienes pretenden perpetuar el modelo de corrupción e impunidad.