En la foto, la candidata presidencial de la UNE, Sandra Torres, el presidente, Alejandro Giammattei, el jefe de la FECI, Rafael Curruchiche y Consuelo Porras, fiscal general del Ministerio Público.
En la foto, la candidata presidencial de la UNE, Sandra Torres, el presidente, Alejandro Giammattei, el jefe de la FECI, Rafael Curruchiche y Consuelo Porras, fiscal general del Ministerio Público. Diseño: Alejandro Ramírez.

La campaña finaliza formalmente de acuerdo con lo que establece la ley, pero las acciones para descarrilar el proceso no terminan y ya el fiscal Curruchiche anunció las medidas que tomarán a partir de la próxima semana para no solo cancelar el partido Semilla sino plantear antejuicio contra varios de sus actuales diputados, incluyendo al mismo Bernardo Arévalo. Ello mientras la UNE habla de un supuesto fraude en su contra, usando como argumento algunas de las cosas que ha dicho el fiscal de la FECI, no obstante lo que reflejan las encuestas y lo que el ciudadano percibe respecto a una mayoría de gente dispuesta a votar contra el sistema actual.

El caso no es ya ninguna sorpresa porque ha sido notorio el papel que viene jugando el Ministerio Público mediante su Fiscalía Especial Contra la Impunidad, entidades en las que ni nacional ni internacionalmente se tiene la menor confianza en que la dependencia encargada de la persecución penal actúe conforme a derecho e independiente de los dictados de Giammattei y su corte. El efecto inmediato del anuncio de Curruchiche será una mayor participación de quienes se oponen al sistema de corrupción e impunidad que se perfeccionó en este período presidencial, en el que el MP ha jugado un papel crucial para el logro de esos fines.

Era obvio suponer que la elección no sería el final de todo el merengue que se ha armado alrededor del proceso porque van a quemar hasta el último cartucho para impedir que se pueda dar un giro anti sistema en el país. Arévalo y sus electores tienen que tener la certeza de que el camino está sumamente empedrado porque los que le han sacado tanta raja al sistema no van a resignarse ante una eventual derrota electoral y moverán todas sus piezas para asegurar la continuidad de sus movidas.

Aún si no se dieran los procesos penales que anunció Curruchiche, la ruta para cambiar un sistema tan arraigado no solo es cuesta arriba sino tan dura como se han vuelto los accesos a la ciudad capital tras los descalabros de Villa Nueva y en  Carretera a El Salvador. En otras palabras, tanto Arévalo como su equipo, pero también los ciudadanos, deben entender que hay muchos obstáculos que únicamente podrán ser superados si, además del voto, la población se involucra y compromete a alcanzar acuerdos para apuntalar esa absolutamente necesaria lucha contra un sistema que está destruyendo al país.

No podía esperar nada menos del sistema y de sus actores; Curruchiche y Porras, peones de Giammattei, actúan en consonancia con Sandra Torres para defender al sistema.

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