Alfonso Mata
¿Por qué no? ¿Por qué no municipal? acaso no hay experiencias previas como en Suiza. No solo en Guatemala, en muchos países aún persiste el modelo napoleónico del monopolio estatal de las escuelas públicas; pero países como el nuestro, que vive una «emergencia educativa», a expensas posiblemente de un enorme costo, y dando resultados negativos, el cambio del sistema es ya impostergable.
Por otro lado, la educación pública se ha politizado. Su función se ha convertido en organizar empleos mal pagados y haciendo caso omiso de la realidad de nuestro tiempo, produce en serie y para garantizar la persistencia de este estado de cosas, un magisterio que acumula una montaña de ineficiencia, guardada por los fuertes sindicatos neocorporativistas.
En este contexto, una propuesta interesante viene de un Cantón Suizo, que trabaja un sistema escolar regionalizado y que para nuestro caso, permite pensar en sistemas educativos competencia exclusiva de mancomunidades municipales que negocian entre sí, con vistas a una armonización de la enseñanza con realidades vivenciales científico técnicas más acordes a sus necesidades, sin el gobierno central para interferir en su soberanía. Esto resultaría en una variedad de modelos y experiencias que haría de la escuela nacional, un laboratorio muy interesante. Entre otras cosas, ese desmembramiento educativo, se podría hacer en función de la historia, patrones culturales y productivos por regiones y la escuela pública dejaría de ser un monopolio estatal.
Por cierto que el suizo Oskar Freysinger ha publicado un folleto que contiene diez tesis sobre la educación escolar, que nuestros maestros deberían leer y que abre una debate público sobre la escuela y su filosofía educativa. Sin entrar aquí a debates y controversias que nacen de lo nuevo, en pocas palabras las diez tesis hablan sobre: 1. La pedagogía es una ciencia humana, un arte de vivir, no es una ciencia exacta 2. Una escuela debe empujar a todos (maestros y alumnos) a dar lo mejor de sí mismos; 3. Es una enseñanza basada en contenidos; 4. La calidad de la escuela, depende principalmente de la calidad de los profesores; 5. Aboga para un regreso a las materias básicas (lengua materna, matemáticas, la lectura de obras literarias); 6. Solicita una escuela en contacto con su tiempo, pero por encima de las modas; 7. Internet es deseable y necesario, pero debe estar subordinada a la formación de un conocimiento; 8. La escuela es también una escuela de la vida (sólo si conoce y asimila los valores de la tradición, se convierte entonces en capaz de abrirse a otras visiones del mundo); 9. La escuela debe promover el conocimiento y la conciencia de otros idiomas (entre más idiomas – antiguos o modernos – se saben, más preciso y mejor se afina el pensamiento); 10. La escuela está organizada en nombre de la subsidiariedad y la descentralización.
Esas tesis deberían ser discutidas a nivel nacional no por el magisterio sino toda la ciudadanía, como un principio interesante y básico en la búsqueda de una filosofía educativa. El folletito contiene argumentos que incitan al debate como que: «No hay educación general aplicable a todos por igual». «La dignidad humana consiste en que es única e irremplazable (…)». La «relación humana personalizada» es lo que más facilita el rendimiento del aprendizaje. “la nivelación abajo para todos, es injusta tanto para el más fuerte como para el más débil. «Uno va a la escuela, no sólo para aprender a aprender, sino también para aprender algo.» Es tiempo de retomar el estudio de memoria, que, aparte de su valor de ejercicio mental, es también una garantía de la autonomía. Lo que tenemos en nuestra cabeza está a nuestra disposición en todo momento y nadie puede robarlo «. «Nada puede reemplazar la relación profesor-alumno que es tan antigua como la civilización.» «En un mundo donde la forma tiende a ocupar el lugar del contenido, es esencial volver a la profundidad de las cosas (…) y la escuela es el lugar donde más que en ningún otro se puede proceder a estos reajustes”.
El folleto de Freysinger está lleno de sugerencias como las expuestas y aunque parezcan muy simples, son muy densas en contenido. Vale la pena aprender de ellos y desarrollarlos, como parte de una reforma.