Crecí en una casa del siglo pasado. Con dos patios y un enorme corredor en donde mi madre tenía muchas macetas con sus flores favoritas. Especialmente me gustaban las azaleas y unas en especial, las doble, rosadas con blanco. Ella las cuidaba con mucho amor, cortaba las hojas secas, las cambiaba de lugar según la estación y no estoy muy segura pero creo que hasta les hablaba.

Lo que sí sé decir es que en esta época de lluvia sacaba al patio varios baldes y cubetas para recibir el agua de lluvia con la que luego regaba las plantas de interior.

Decía que esa agua era buena pues contenía metales que recogía al evaporarse y luego soltaba con la lluvia.

Una manera especial de cuidar sus plantas y aprovechar el agua.

Así, en esta época de lluvia, hay muchas otras formas en que podemos aprovechar el agua, sin abrir el grifo, ahorrando el líquido vital y unos quetzales de nuestro presupuesto.

Tan sólo recogiendo agua de lluvia, claro que significa un poco de trabajo como colocar los recipientes y luego trasladar el agua, pero vale la pena. Tome su ahorro como un pago.

En lugar de dejar que corra por la reposadera, puede captarla, almacenarla y utilizarla de manera segura y eficiente, así estará también contribuyendo a la sostenibilidad y desarrollo de una cultura ambiental.

Y aunque como dije el agua cae con minerales y a veces tierra, con que la deje reposar luego podrá usarla para limpiar los pisos, lavar los patios, limpiar la suciedad de las mascotas.

Puede usarla para descargar los sanitarios y ahorrar mucho, ya que es uno de los servicios donde más agua se gasta. Junto con el lavado del vehículo, lo que puede realizar también con esta agua de lluvia recogida y reposada.

Y si tiene herramientas, trapeadores, escobas, palas; utilizar esta agua es ideal así como lavar sus cubetas y palanganas, los botes para la basura, las cajas de los gatos y las camas de los perros.

Y si tiene acceso a recipientes grandes puede almacenarla bien tapada para próximos días y estos mismos usos. Lo que además de ahorrar le permitirá crear en sus niños y adolescentes una costumbre, transformada en conciencia ecológica, garantizar seguridad hídrica a largo plazo y mitigar el impacto de la crisis climática.

“Cada litro aprovechado significa menos demanda de extracción, tratamiento y transporte de agua potable, lo que se traduce en menor huella de carbono.”

Usted puede implementar muchos otros usos, pero recuerde: No debe utilizarse para consumo humano o cocina a menos que sea estrictamente necesario previo un tratamiento riguroso que incluya filtros, cloración o purificación por rayos UV.

Así como estamos aprendiendo a utilizar la basura tenemos oportunidad durante el invierno de aprovechar el agua de lluvia.

Reutilizar el agua de lluvia de manera consciente es un paso clave hacia un modelo de vida más equilibrado y solidario.

 

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