
Una serie de contrataciones que ha llevado a cabo el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en los últimos meses han levantado sospechas por las inconsistencias de los concursos. De estos, solo en uno han dado marcha atrás.
Aunque la institución, a través de su oficina de Comunicación, ha intentado aclarar las dudas, estas no se desvanecen por completo. Los negocios, sin contar con el que se prescindió, han representado Q460.5 millones.
Dichas adjudicaciones han sido dadas a conocer por La Hora en diversas publicaciones periodísticas, sin que al momento se conozcan resultados de investigaciones por parte del Ministerio Público (MP), si es que las hay.
Al frente de la Junta Directiva del IGSS está José Adolfo Flamenco, quien fue nombrado en el cargo por el expresidente Alejandro Giammattei, en junio de 2021. Desde entonces este medio ha publicado una serie de adjudicaciones que han levantado sospechas. Estas son las más recientes:
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MEDICINAS CON SOBREPRECIO
El 6 de agosto de 2023 el IGSS adjudicó la compra de dos medicamentos con un sobreprecio estimado de 244%. En total, adjudicó a la farmacéutica Lanquetín, S. A. la adquisición de Aprovel (Irbersartán) y Plavix (Clopidogrel) por Q371.7 millones, medicamentos que, raíz de un amparo otorgado por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social y ratificado por la Corte de Constitucionalidad (CC), se deben comprar de esas marcas en específico.
Una nota publicada por La Hora en junio de 2023 detallaba que el Irbesartán tenía un precio en el mercado de Q2.75 por tableta, mientras que Lanquetín lo vendió a Q7.58 cada una.
En el caso del Clopidogrel, cada tableta tenía un precio —en 2023— en el mercado, de Q5.33, mientras que el Plavix lo compró el IGSS a la misma farmacéutica a Q18.81 cada tableta. Si el IGSS no hubiera comprado obligadamente dichos medicamos pudo haberse ahorrado más de Q244 millones.
El Ministerio Público (MP) dijo que investigaba la compra que se hizo en 2023; sin embargo, no se conocen resultados.
Para estos artículos el IGSS justificó el tema del costo a los amparos; no obstante, tampoco se conoce de alguna iniciativa o plan para tratar de resolver el problema que le ha costado al Seguro Social millones de quetzales de más.
«A quien se la adjudica a veces es cuestión de que los amparos van orientados para dar una atención específica a pacientes con determinadas marcas de productos, pero es cuestión de que el Instituto está trazando la estrategia para la defensa de los intereses de la institución», excusó Flamenco en una nota publicada por este medio en julio de 2024.
El IGSS corre y va de nuevo: busca repetir millonarias compras de Irbesartán y Clopidogrel
CENTRO DE INFUSIÓN SIN EXPERIENCIA
Otro negocio que mostraba algunas inconsistencias y que al final de cuentas se concretó fue la contratación del servicio de terapias de infusión para el tratamiento de pacientes con cáncer, que se adjudicó a finales de diciembre del año pasado.
Este concurso se desarrolló bajo la modalidad de proveedor único.
Aunque hay una diversidad de proveedores con capacidad y experiencia para ofrecer el servicio, las bases del concurso establecían condiciones que solo la empresa Centro de Diagnósticos Médicos de Guatemala (CDM) podía cumplir.
La más importante, requería que el centro instalado a menos de dos kilómetros de la unidad del IGSS que refiera a los pacientes. Dicho inmueble está ubicado en la 16 calle entre 7a. avenida y Avenida Reforma, zona 9, lo que lo convertía en el único para cumplir con el referido requisito.
Además, pareciera que el Seguro Social no cumplió con lo requerido en las bases del concurso que ellos mismos establecieron en las bases subidas el 29 de octubre de 2024, puesto que estas exigían que la empresa que pretendiera presentar ofertas contara con un centro de infusión ya en funciones, y esta a inicios de 2025 aún no prestaba servicio al público.
Aunque a inicios de año, personeros de CDM aseguraron a La Hora vía telefónica que el centro ya tenía casi un año de funcionar, en una visita que reporteros de este medio efectuaron al lugar a inicios de enero pasado, se constató que el lugar donde se aplicarían las terapias todavía no funcionaba, versión que fue corroborada por un guardia de seguridad.
De hecho, pareciera que el centro de infusión se creó a la carrera puesto que apenas en julio la empresa estaba contratando personal para esa sede, según publicaciones que hay en su página de Facebook.
En total, el contrato se firmó por el servicio de 17 mil 820 terapias, por un monto de Q51 millones 250 mil 320; es decir, cada una costará Q2 mil 876, solo por el uso de las instalaciones y el equipo, puesto que los medicamentos serán proporcionados por la unidad del IGSS que refiera al paciente.
Hasta antes de este año, CDM no fue un proveedor de peso para instituciones del Estado. Desde 2016, apenas ganó concursos por de baja cuantía por Q295 mil, no obstante, el IGSS aseguró a La Hora que la empresa «acreditó más de ocho años años desde su fecha de constitución (SIC)», por lo que se adaptaba a las necesidades del evento.
Por si eso fuera poco, La Hora también constató que la licencia sanitaria del centro de infusión se autorizó de manera exprés, todavía en el gobierno anterior, apenas en un día, cuando el procedimiento suele tardar semanas o meses, en otros casos.
HUAWEI EN EL IGSS
Al mismo tiempo que se desarrollaba el proceso de adjudicación del centro de infusión, el IGSS inició otro proceso, este por la modalidad de licitación pública, para la adquisición, configuración e implementación de una solución integrada de equipo informático.
El servicio consistía en guardar en una «bóveda» toda la información que tiene el Seguro Social, la cual llega encriptada, ello con el propósito de garantizar el resguardo de cualquier dato que sea vulnerable a un hackeo.
La empresa adjudicada fue U Energy Corp. quien hizo una oferta por Q39.7 millones. La firma es una distribuidora en el país del gigante chino Huawei. De hecho, el equipo informático que se iba a instalar en el IGSS era de esta marca.
El IGSS gira hacia Huawei (China) con contrato de Q39.7 millones por equipo informático
En una entrevista con La Hora, representantes de U Energy Corp. reconocieron que a Huawei le interesaba participar en el concurso y que, para tener más posibilidades de ganar la licitación, les hicieron un «descuento adicional».
Un representante de la empresa que perdió, Innovación y Tecnología, S. A. señaló que la oferta que ellos presentaron y que era de un menor precio —Q36 millones— ni siquiera la conoció la Junta de Licitación.
La adjudicación estaba a punto de cobrar vigencia, pero la Junta Directiva del Seguro Social no aprobó lo actuado por la Junta de Licitación, a raíz de la visita a Guatemala del secretario de Estado de Estados Unidos (EE. UU.), Marco Rubio, quien en una conferencia de prensa advirtió de los peligros de permitir que servidores diseñados por Huawei tuvieran en su poder la información de instituciones del Estado.
Como se conoce, EE. UU. está en una guerra comercial directamente con China Continental, por la hegemonía económica global. A su vez, Guatemala es de los pocos países que todavía no tiene vínculos diplomáticos con la potencia asiática.
En su defensa, el IGSS dijo que el contrato se había adjudicado a U Energy Corp ya que «demostró tener una infraestructura robusta», con «más de cinco clientes en Guatemala con servicio de alojamiento de infraestructura, servicios en la nube, entre otros», y demostraron que «son los únicos en contar con la experiencia en instalar un sistema de bóveda a nivel Centroamérica».
La visita de Huawei, el comunicado y la seguridad de la información
SOFTWARE
Por último, el pasado 25 de marzo el IGSS lanzó un evento para la adquisición de un software para la gestión de la atención de pacientes en varias unidades hospitalarias de la institución.
De nuevo, utilizó la modalidad de «proveedor único», y el concurso fue adjudicado a TRC Informática, Sociedad Limitada, por Q38.5 millones. La irregularidad fue que en octubre pasado el IGSS había lanzado el evento para cinco hospitales y la oferta que recibió en esa ocasión, de la misma empresa, fue de Q7.9 millones, pero el concurso se anuló y fue declarado «no adjudicado».
Meses después, la oferta de la misma compañía, para nueve hospitales, había subido a Q38.5 millones. El plazo para presentar ofertas vencía el 31 de marzo pasado, lo que significa que, apenas en seis días, los interesados debían presentar ofertas y cumplir con al menos 58 requisitos, entre especificaciones generales, técnicas y de la arquitectura del software.
Era de suponer que la empresa adjudicada tendría más posibilidades de cumplir con los requisitos y presentar oferta dado la experiencia que tuvo en el concurso del 2024 que finalmente fue declarado «no adjudicado».
El concurso está a punto de ser adjudicado, según fuentes cercanas al IGSS.
Supuestamente, el incremento obedeció a que el número de camas a atender pasó de 116 a 2 mil 598, explicó el IGSS; sin embargo, en ninguna parte de las bases del concurso se especificó el número de camas que se requería atender.
Flamenco y el IGSS buscan repetir oscuro patrón para negocio de Q38.5 millones