POR WALESKA HERNÁNDEZ
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Claudia María Bolaños, quien fue socia y luego simuló ser secretaria ejecutiva del exdiputado Pedro Muadi, reconoció haber cooperado con el excongresista para desviar fondos del Congreso a través de plazas fantasma y haber recibido Q40 mil mensuales como salario, pese a no presentarse a trabajar.

Bolaños compareció esta mañana al Tribunal Séptimo Penal junto a José Blanco Aguilar, exjefe de seguridad de Muadi. Ambos enfrentan juicio por presuntamente formar parte de la red de corrupción que permitió al expresidente del Congreso desviar hasta Q4 millones 739 mil 729.

El Ministerio Público (MP) señaló a Bolaños como un elemento operativo dentro de la estructura. Según el ente investigador, ella firmaba los cheques para extraer el dinero del Congreso y hacía los movimientos en el sistema bancario para depositar el dinero en cuentas de Muadi.

En su declaración, Bolaños indicó que trabajó con Muadi en la empresa Productos, Servicios y Equipos desde 2003, cuando ingresó en el puesto de ventas. En el 2010 se volvió accionista de la empresa, pero fungió como representante legal desde que inició su relación laboral.

Además, explicó que Muadi fue quien le ofreció una plaza en el Congreso como asistente de Recursos Humanos, de febrero del 2013 a junio del 2014, con un salario mensual de Q20 mil mensuales, aunque nunca llegó a las oficinas del Legislativo.

Posteriormente, tuvo otro contrato como asistente ejecutiva con el mismo salario y tampoco ejerció, pese a que cobraba el sueldo nuevo y el anterior.

Según indicó, llegó a las instalaciones del Congreso, solo a firmar los contratos de las plazas creadas por Muadi.

Bolaños reconoció ser la encargada de controlar las cuentas bancarias para retirar el dinero de 28 plazas fantasma y luego depositarlas a la cuenta de la empresa de Muadi.

Estas cuentas bancarias pertenecían a trabajadores del Congreso, aunque no pudo especificar en qué puestos.

En su declaración admitió que marcaba las tarjetas de asistencia del Congreso para simular que los trabajadores sí asistían al Congreso; sin embargo, un mensajero las llevaba a su oficina.

ANTECEDENTES

De acuerdo al ente investigador, para el año 2013, Pedro Muadi Menéndez, tenía asignado un grupo de seguridad personal de 30 guardias, integrado por personal de la empresa privada de seguridad GRUPO SIS, cuyos miembros devengaban un sueldo de Q5 mil, pagado por dicha compañía.

Para desviar fondos de la institución, el primer paso consistió en ofrecer a los miembros de su equipo de seguridad un pago extra de Q2 mil, los cuales serían pagados con fondos del Congreso. Para ello, cada uno debería firmar un contrato por un sueldo de Q8 mil con este organismo.

Una vez los miembros de seguridad aceptaron las condiciones del ofrecimiento, Bolaños Morales abrió cuentas a nombre de los agentes, y se aseguró que en cada una de las cuentas quedara registrada su firma para poder tener acceso a ellas.

Muadi se quedaba con Q6 mil del sueldo de cada uno de los trabajadores y solo les entregaba Q2 mil a cada uno.

La Fiscalía determinó por medio de las investigaciones que del 2013 al 2015, Muadi sustrajo del Congreso un total de Q4 millones 739 mil 729 de manera ilícita.

El excongresista está ligado a proceso por los delitos de asociación ilícita, peculado por sustracción y lavado de dinero.


CICIG INVESTIGA A DIPUTADOS

Al menos 15 diputados están bajo investigación por plazas fantasma, indicó hoy Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Velásquez, en breves declaraciones a la prensa, no descartó que haya expresidentes del organismo legislativo entre los investigados.

Sin embargo, el jefe de la CICIG se limitò a decir que las investigaciones están en curso.

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