Hoy 31 de enero de 2025, se cumple el 45 aniversario del incendio y masacre en la embajada de España en Guatemala, cometida el 31 de enero de 1980 por elementos de la policía nacional, con saldo de un herido y xx víctimas mortales entre funcionarios consulares, ex funcionarios guatemaltecos, indígenas Quichés y estudiantes de la Universidad de San Carlos, Usac. Honor, memoria y justicia a las víctimas.
Guatemala, un país que expulsa a sus habitantes. Cálculos estimados sitúan una cifra que supera los tres millones de población guatemalteca residente en los Estados Unidos de América. Como es bien conocido, en el caso de Guatemala la emigración de personas tiene causas estructurales resultado del subdesarrollo, desigualdad, falta de oportunidad, pobreza extrema, pobreza, desnutrición crónica infantil, analfabetismo, discriminación, racismo, bajos salarios y explotación laboral. Tal situación obliga a buscar mejores condiciones de vida para ellas y sus familias y la solución parcial es emigrar hacia el Norte.
El 20 de enero de 2025 se inauguró la segunda administración republicana del presidente Donald Trump, quien durante su campaña electoral advirtió que al asumir la presidencia, una de sus primeras órdenes ejecutivas sería endurecer la política migratoria, declarar estado de emergencia en la frontera Sur y expulsar del territorio estadounidense a millones de personas calificadas de “irregulares”. Esa promesa de campaña se cumplió. La citada orden se ejecutó el primer día de su mandato y ahora en aquel país, se han reiniciado las redadas masivas de inmigrantes indocumentados.
A Guatemala llegaron el jueves 23 de enero de 2025, los primeros cuatro vuelos de aviones militares estadounidenses con 265 personas deportadas de Estados Unidos. Cabe anotar que durante 2024 retornaron más de 61,000 guatemaltecos expulsados por las autoridades del país del Norte. De conformidad con estadísticas ofrecidas por el Instituto Guatemalteco de Migración, IGM del 1 al de 22 de enero de 2025, Guatemala ha recibido 2,502 deportados y se espera que la cifra aumente en los próximos meses, debido a la persecución iniciada en Estados Unidos contra los migrantes.
Para brindar adecuada atención a las personas deportadas, el Gobierno guatemalteco implementó un plan de atención y tiene habilitados albergues temporales para quienes residen en lugares alejados de la ciudad capital de Guatemala. Se espera que el Estado expulsor cumpla con brindar adecuada atención humanitaria a los miles de deportados que estarán retornando obligados al país.
El dilema de los deportados no es exclusivo de Guatemala, otros países de la región latinoamericana lo padecen ahora mismo. La situación es tan complicada que provocó confrontaciones de las presidentas Xiomara Castro de Honduras, Claudia Sheimbaun de México y del mandatario colombiano Gustavo Petro con el presidente Donald Trump. México y Colombia prohibieron el aterrizaje de aeronaves estadounidenses con deportados de esas nacionalidades y Trump como respuesta, impuso sanciones a esos países y mantiene confrontación con mandatarios latinoamericanos.
Castro en su calidad de presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, convocó con urgencia a los mandatarios de los países miembros para tratar el tema de la migración. Petro es de los primeros mandatarios que confirmó su participación. La cumbre de presidentes será virtual.
Las tensiones no solo son entre políticos y mandatarios, se sabe que millones de emigrantes indocumentados en Estados Unidos se replegaron de sus centros laborales, permanecen a buen resguardo y huyen de las redadas que realizan autoridades migratorias. A estas personas les invade la inseguridad, incertidumbre, miedo e impotencia. ¡Cuídense de la migra!
