Desde el inicio de sus actividades en las Comisiones de Postulación se vieron los efectos de acuerdos entre varios de los postuladores para entrampar el proceso y ello terminó rindiendo los frutos que esperaban porque al final de cuentas metieron a puro tubo a varios “postulados” sin que se pudiera realizar la necesaria votación, caso por caso, para conformar el listado final. Por mucho que se haya avanzado en el Colegio de Abogados con una participación más nutrida de profesionales no movidos por las mafias, estas lograron operar para tener una importante representación que terminó dando resultados.
Es cierto que muchos de los peores aspirantes quedaron fuera y eso es bueno para el país y para la justicia, no obstante y como sucede en los grupos de mafias, algunos operadores más oscuros quedan relegados para dar cabida a caras menos conocidas pero igual de efectivas para los esfuerzos de impunidad.
Ahora todo queda en manos del Congreso donde, sin duda, empezarán a moverse fuertes intereses y se usarán mecanismos que van desde las amenazas con procesos penales hasta el dinero, que ya no saldrá del búnker que hizo Allan Rodríguez, pero que de todos modos va a circular por auspicio de los operadores de la corrupción y la impunidad.
Recordemos cómo se obligó a diputados a votar a favor del antejuicio contra los magistrados del Tribunal Supremo Electoral en la pasada elección con llamadas en las que se les recordaba que había elementos como para dar luz verde a investigaciones penales en su contra. Se sabe de diputados que ya se habían marchado y que al recibir la advertencia de gente vinculada al MP, decidieron regresar a toda velocidad para dar su voto tal y como se lo pedían.
La brasa ahora pasa al Legislativo porque no cabe duda de que hay muchos elementos que fueron incluidos con muy mala fe para que lleguen a mantener un sistema de impunidad así como de persecución y castigo a los que se salgan del guacal. Pero también hay varios abogados que no pertenecen a las mafias y cuya elección en el Congreso podría ser un paso adelante para restablecer la verdadera justicia.
Si bien las mafias se salieron con la suya y lograron meter un importante número de sus aliados como aspirantes a las magistraturas, también hay que decir que hubo una valiosa inclusión de gente honrada y si el Congreso decide actuar por el bien del país para restablecer el Estado de Derecho, seguramente que podrían elegir entre esos postulados no comprometidos.
Veremos en pocos días qué papel juega el Congreso que no goza de gran reputación, pero donde al menos ha habido pequeños signos de cambio que permiten alentar aún la mínima esperanza de que podamos salir del terrible atolladero.