Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

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¿Qué hacemos con esta democracia nuestra, tan débil, tan maltratada, tan usurpada? El Golpe de Estado que el Ministerio Público le está dando al Ejecutivo es claro y extenuante, cansado hasta para analizarlo, no digamos vivirlo. El Estado guatemalteco está no solamente capturado, peor que eso, está cooptado, esto es, un grupo de traidores a la patria, desde hace décadas tomaron control de las instituciones y de a poco del sistema de justicia en un acto de traición total. Estos no actúan por si solos, obedecen a sus jefes e intermediarios como Méndez Ruiz que escudado en una supuesta fundación contra el terrorismo se convierte en el principal actor visible del terrorismo guatemalteco, pero arriba de estos mandos intermedios de la cooptación se encuentran políticos fracasados que viven del narco, empresarios que quieren mantener privilegios para sus monopolios, todos ellos hacen actuar a sus monigotes quienes despliegan una mediación en redes sociales sin precedentes. Ya no son funcionarios públicos para averiguar la verdad a través de la investigación son títeres vendidos.

A la victoria momentánea de la ampliación presupuestal le sigue una decisión de la Corte de Constitucionalidad de amparar a unos diputados, bueno, diputada, claramente reconocidos por ser miembros del Pacto de Corruptos. A la decisión del presidente de despedir a la ministra de comunicaciones Jasmín de la Vega, decisión legal, le sigue un ante juicio del ministerio público sin pies ni cabeza, sin ningún asidero legal, sino más bien, utilizando una grabación ilegal, que nadie sabe quién grabó pero que tristemente parece haber sido grabada por la misma exministra de comunicaciones de la Vega y una hojita escrita en donde el presidente le explica que debe seguir la ley para realizar los pagos. El audio de por si ya es una prueba ilegal, diga lo que diga y este debería ser motivo de investigación del Ministerio Público para ver si realmente el presidente está siendo escuchado ilegalmente. Pero no. Como la justicia guatemalteca está al revés, como dice Carolina Sarti citando la bella canción de María Elena Walsh.

Ahora el mundo está al revés no porque la gravitación sea hacia arriba, o sea, no por razones naturales sino por razones artificiales creadas por grupos enormes de poder, entre ellos empresarios, politiqueros, narcos quienes concuerdan en que su alianza servirá para que los primeros, empresarios puedan tener un trato especial, así a través de la cooptación logran los grandes monopolios la eliminación de la competencia, por un lado, por otro, evaden impuestos, tal el caso de B 410. Un caso de millones y millones de quetzales defraudados no solamente en pago de impuestos sino con la existencia de empresas de cartón que le hacían las ventas y compras al gobierno de Giammattei. Pero no solamente eso. Las empresas corruptas, no todas, con sus empresarios corruptos se asocian al narco para poder mantener flujos de caja, mover billetes de a 200, lo cual sería imposible sin diputados que generen las leyes de la impunidad y sin piezas clave en el sistema bancario. Eso sería imposible si el sistema de justicia no estuviera cooptado. El sistema de justicia es el corazón de la cooptación porque este se dedica a perseguir a defensores de derechos humanos, periodistas que están en contra de la corrupción y operadores de justicia que no obedecen las órdenes del Pacto de Corruptos. Por eso la gran guerra en contra de un presidente que no se alineó, no se alinea y no se alineará a las intenciones de los corruptos.

El presidente no se alinea a los corruptos, pero parece que eso, aunque necesario, no es suficiente para el rescate de la democracia. Al hecho de que el presidente no se alinea a la corrupción, esto es dicho llanamente, él no es corrupto hay que agregarle que hay un nuevo modelo de adjudicación de obras de infraestructura y compras. Este nuevo gobierno claramente está luchando contra la corrupción. A pesar de esas dos cualidades, no ser corrupto y luchar contra la corrupción, también esperamos que se le dé prioridad a la mejora de la calidad de vida de las personas, las personas de a pie quienes realmente no tienen ni qué comer, en un país donde la pobreza alcanza a más de la mitad de la población. Ciertamente, mucha de la pobreza la ha producido la corrupción, pero otra es la falta de oportunidades para mejorar la productividad, la capacidad de producir bienes y servicios para empresarios honestos, que den empleos dignos. Pero, aunque usted no lo crea señora fiscal, eso será imposible si usted mantiene la justicia de Guatemala actuando al revés, pues persigue gente inocente y suelta criminales, atropella derechos básicos y defiende abusadores.

Aunque no sabemos el estatus del plan estratégico del presidente Arévalo y su partido de ajedrez, no cabe duda que lo urgente es el rescate del sistema de justicia, sin justicia no hay nada, nada de nada. Ciertamente los problemas que vivimos son sistémicos, la pobreza nace y crece por la amplia corrupción imperante y las pocas oportunidades de desarrollo que han obligado a millones a migrar a los Estados Unidos. Pero, muchos nos hemos quedado en el país y hemos participado por la mejora de las condiciones de vida de las y los guatemaltecos.

El cambio es posible. Así que, a las cualidades del presidente, como la de ser honrado, pedimos que también tenga el liderazgo de hacer la transformación definitiva del sistema de justicia. Para eso se requiere más que un partido de ajedrez, más que paz, más que aceptación diplomática, se requiere reconocer que, si Usted no saca a la fiscal, la fiscal lo sacará a Usted presidente y con ello escribirán el himno del MP con la estrofa de la democracia derrotada en el país no país donde todo está al revés. Los guatemaltecos y guatemaltecas, muchos, los no asociados a la corrupción, aún estamos con Usted presidente, adelante. Si no es ahora, no será nunca Guatemala.

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