POR REDACCIÓN LA HORA
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Un número creciente de mujeres de Centroamérica está saliendo de sus países para huir del aumento de la violencia mortal y descontrolada perpetrada por las pandillas, lo que vislumbra el riesgo de una crisis de refugiados inminente en el resto de las naciones de América, ante la cual se requiere una acción urgente y concertada por parte de los Estados de la región, advirtió hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados.
“La violencia perpetrada por los grupos delictivos organizados transnacionales en El Salvador, Guatemala, Honduras y en ciertas partes de México se ha vuelto generalizada”, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Gutiérrez, durante la presentación del informe sobre la situación titulado “Mujeres en Fuga”.
“Este informe es una alerta temprana para crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan las mujeres refugiadas, y un llamado a la acción para responder a nivel regional a una crisis de refugiados que se anuncia inminente”, explicó.
En ese contexto, el Comisionado de ACNUR hizo un llamado a las autoridades para establecer capacidades adecuadas en las fronteras para asegurar la identificación de personas en necesidad de protección internacional; avanzar rápidamente hacia un enfoque regional coordinado para afrontar este problema, con miras a aumentar el acceso a la protección y las soluciones para los refugiados y abordar las causas primarias del desplazamiento forzado.
“Mientras los gobiernos de la región están trabajando para abordar las causas primarias de la violencia, la gente sigue huyendo. La región tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo, en particular de mujeres. Mientras algunas féminas huyen hacia Estados Unidos, muchas otras emigran a países vecinos en Centroamérica y México, donde las solicitudes de asilo presentadas por personas que huyen de los tres países del TNC y de partes de México han aumentado de trece veces con respecto a 2008”, indicó el funcionario de la ONU.
Según datos del Gobierno de Estados Unidos, se consideró que el 82 por ciento de las 16 mil 077 mujeres de estos países que fueron entrevistadas por las autoridades de este país el año pasado tenían un temor creíble de sufrir persecución o tortura, y se les permitió presentar una solicitud de asilo en la nación norteamericana.
