Con mucha preocupación hoy vemos el continuado ataque en contra del actual régimen por distintas formas arropadas de una supuesta legalidad, justamente cuando eP del domingo 7 de abril en su esperado su resurgimiento, nos mostraba bajo un periodismo de investigación, cómo en un apartamento de un lujoso edificio de la zona 10, concurren personajes vinculados a la justicia y otros menesteres comunes, para discutir -me imagino-, sobre los movimientos y los golpes que se preparan para arrinconar a funcionarios de Gobierno o miembros prominentes del partido Semilla.
Los grupos conservadores, así como aquellos que fueron parte de gobiernos corruptos y que sirvieron dócilmente a los intereses del denominado Pacto de Corruptos, se encuentran en un momento de guerra en contra de cualquier atisbo de cambio, cualquier movimiento que intente afectar los intereses de los grupos empresariales que se unieron a este pacto o bien de funcionarios o no que se beneficiaron con la corrupción.
Para muestras de tales movimientos, se pueden observar varios hechos. Primero, cómo la justicia actúa a favor de cualquier funcionario que haya actuado dentro de estos parámetros, tales los casos del ex ministro Benito, cómo liberaron a Otto Pérez, cómo Sinibaldi está libre, cómo han cancelado casos judiciales a favor de estas personas.
Por otra parte, se puede observar la perversidad de cómo han actuado jueces venales y vendidos en contra de personas como José Rubén Zamora, alargando las audiencias, evitando que se concluya el juicio, únicamente con la intención perversa de tenerlo detenido y evitar que continúe su lucha contra la corrupción. Un caso que fue emblemático fue el de la Fiscal Virginia Laparra a quien impunemente tuvieron detenida con la perversa intención de dañarla moral y físicamente.
Pero sólo unas horas atrás, la muestra de que la justicia está podrida, se puede observar en dos casos específicos. Uno, en contra de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral porque según la actual y podrida CSJ existen elementos suficientes para continuar con el antejuicio presentado por la Fiscalía de Delitos Electorales, para anular las elecciones, ante una denuncia de Sandra Torres, una política que continúa en su lucha por buscar levantar su perfil cuando su situación ya es de perdedora.
Una acción más. El día de hoy, no sé por qué razón, el MP renunció a continuar con el antejuicio en contra de la actual Vicepresidenta de la República, en el caso del sonado fraude en la Universidad de San Carlos, un delito espurio e inventado, pero resulta que la, nuevamente podrida, CSJ decide que no se acepta la solicitud del MP por lo que el proceso de antejuicio continúa. Dígame lector si no se denota el interés por dañar y socavar el proceso de gestión de este nuevo Gobierno y de todo aquél o aquella que pretenda ser decente y contrario a la corrupción.
Para agregar un dato más. En estas últimas horas se supo del caso del Juez Marco Antonio Villeda quien fue traslado como juez de extinción de dominio y que actúo con rigurosidad legal en contra de los bienes adquiridos en forma ilícita por diferentes funcionarios corruptos y hoy la CSJ lo traslada como Juez de primera instancia.
No cabe duda, estamos en un momento crucial, los miembros actuales de la CSJ que únicamente se nombraron para concluir el período que les correspondía, se ensañan contra este gobierno y contra cualquier persona que actúe decentemente. No cabe duda, estamos en una pesadilla surrealista, en donde los indecentes, los corruptos, los ladrones son unos “cabrones”, pero los que actuamos decentemente y luchando por un país distinto somos “resentidos sociales” o “comunistas”.
Un momento muy difícil, no cabe duda que todos estos movimientos se hacen ante la gran batalla de las comisiones de postulación. El dinosaurio todavía está ahí, desafortunadamente.
