«Sólo tenemos dos mejillas» Rafael Mayoral
Escuché en un programa de análisis político, palabras más palabras menos lo siguiente: Jesús dijo a sus apóstoles poned la otra mejilla, pero Dios en su infinita sabiduría le dio al hombre solo dos mejillas, le podemos dar cualquier tipo de interpretación, una puede ser, tratar de impedir que se inicie un círculo vicioso de devolver mal por mal, lo que no significa falta de defensa, es evitar la confrontación.
Lo importante sobre la existencia de solamente dos mejillas, es que, significa que todo tiene límites, nada es ilimitado, trasladando esta metáfora al contexto presente, hay que poner atención y observar la exigencia de la sociedad a la pulcritud que se demanda del actual oficialismo, lo que tiene pros y contras, porque tratándose de seres humanos, como lo somos todos, los escenarios son cambiantes, y de acuerdo con ellos deben ser las prioridades de la ciudadanía.
El último caso, en el que podemos observar algunas facetas de las posiciones personales, que ha vivido la población, es el de la exministra de Ambiente, en el que, el ensañamiento con el que sigue siendo atacada, a pesar de que el Presidente ya la destituyó, es francamente de analizarse, veamos, es cierto que el caso tiene sus aristas, como que si existió un posible acoso o persecución a su hija, debieron poner la denuncia respectiva para después de acuerdo al procedimiento administrativo se les brindara la protección necesaria, pero no fue así, no sé si producto de desconocimiento o falta de experiencia de la cosa pública, constituyendo el error que terminó en destitución, otro error, porque al observar que las aguas se pusieron turbulentas, la exministra debió presentar su renuncia, y debió pedir disculpas, para que el Presidente decidiera aceptarla o no.
En todos los organismos del Estado, históricamente hemos advertido abusos por muchos de los funcionarios públicos, y de sus familiares, este caso no es el primero, si no, baste recordar los dos últimos gobiernos en los que ha estado a la orden del día actos de verdadera corrupción, pregunto, ¿Se han rasgado las vestiduras de la misma forma, los mismos que en ese caso lo hicieron? No, no ha sucedido, porque de haber actuado con el mismo rigor otra hubiera sido la historia, visto está que no fue así.
Aunque no soy penalista, mi opinión es que la denuncia presentada por un diputado en contra de la exministra no tiene recorrido jurídico, pero que si puede ser utilizada por el actual cuestionado MP que no ve delitos donde los hay, y solicita antejuicios y arma casos a la carta cuando así necesitan quienes lo solicitan, aunque no los haya, puede pasar cualquier cosa, todo esto causa desafección por parte de la sociedad, hacia las personas que temporalmente se encuentran en las instituciones.
Considero que al actual oficialismo, se le castiga con mayor dureza que a ningún otro por propios y ajenos, entiendo que es así porque, se ha considerado que ellos iban a ser diferentes, puesto que su discurso fue de cambio, o porque no se les perdona que hayan sido el centro de un movimiento social del calado del que se vivió el año pasado, en el que, la población exigió respeto a su decisión expresada en las urnas, y que fue apoyada y sigue siendo apoyada por la comunidad internacional, por la solvencia moral que la población ha demostrado en sus actuaciones.
El actual oficialismo es prisionero de sus palabras, y esta prisión les acompañará durante los próximos años, lo que significa que deben tener mucho cuidado con lo que hacen, pero aún más con lo que no hacen, porque visto está, con ellos no van a tener ninguna consideración para exigirle lo que no han exigido a ninguno de sus antecesores, que han cometido si, verdaderos delitos, y sobre los que aparentemente no existe investigación ninguna abierta.
Regresando a la otra mejilla, y a la interpretación que se puede hacer de esta enseñanza, es que, al contar solamente con dos, el que golpea, si no lo hace bien, se queda sin más donde hacerlo, por lo que, es una especie de blindaje que protege de recibir golpes injustos.