Ha cobrado fuerza la discusión de la iniciativa de ley 5074, que contiene el proyecto de Ley de Competencia, que se retomó en la Comisión de Economía del Congreso de la República y en la mesa técnica que creó el presidente de ese organismo, Nery Ramos. Los integrantes de ese equipo de trabajo escucharon al viceministro de Competencia, Antonio Romero, y a su asesor, para conocer la postura del Gobierno, sobre esa propuesta.
Romero indicó que la especialización de la ley debe ser que vele por el buen funcionamiento de los mercados y prevenir las prácticas anticompetitivas, que no riñen con las funciones de regulación de cada sector, por lo cual debe mantener sus funciones de competencia.
También dijo que es deseable que no se restrinja la entidad de la materia, para proteger la competencia entre los sectores, ya que debe trabajarse coordinadamente con estos y que haya una buena aplicación de la ley.
«Nuestra posición ha sido proveer los insumos técnicos necesarios para aprobar una buena ley de Competencia, que cumpla su finalidad y se ajuste a las mejores prácticas internacionales. Encontramos un interés particular de la iniciativa 5074. Nuestras observaciones son sobre ella y se proveerán insumos técnicos», respondió Romero, luego de participar en la mesa técnica que dirige el diputado Samuel Pérez.
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En la reunión semanal de la mesa técnica, los integrantes mostraron interés en avanzar con el proyecto 5074 y trabajar enmiendas, entre ese grupo y la comisión de Economía, que escuchó sugerencias del experto Javier Núñez.
POLÍTICA ECONÓMICA
La iniciativa de ley 5074 logró avanzar hasta segundo debate en la Octava Legislatura, pero en el gobierno de VAMOS se regresó a la comisión para un nuevo dictamen, para aprovechar la presentación de otra propuesta que no tuvo dictamen en la mesa legislativa.
El viceministro de Economía espera que la aprobación de una legislación de Competencia suceda lo antes posible, agotando las instancias correspondientes (discusión y aprobación en el Congreso), ya que de aprobarse este año se podrá impulsar la funcionalidad de competencia.
«Es una tarea pendiente del país, y si queremos entrar al siglo XXI como una economía de competitividad, que favorece a un clima de negocios y a la innovación, y estar abierto a las empresas, pues necesitamos ese instrumento que es del menú de la política económica de varios países», puntualizó.
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