Ana Cristina Meyer Rodríguez
María Valeria Pérez Solís
«Le llamé la superficie de los sueños, porque muchas veces vemos el exterior y no la profundidad de los sueños».
Gustavo Bracamonte.
El 19 de octubre de 2023 se inauguró la exposición «La Pluma y El Pincel» en el Museo Ixchel del Traje Indígena, una recopilación de pinturas hechas por tres distintos pintores guatemaltecos, basados en los poemas de la colección «La Superficie de los Sueños» escrita por Gustavo Bracamonte.
Los artistas son, Enrique Cay, quien fue exalumno de Gustavo en el Instituto Indígena Santiago, su hijo Eddin Cay, y Gustavo Antonio Bracamonte, hijo del autor. Cada uno, en noviembre del 2022, obtuvo 10 poemas de la colección y los ilustró de manera única, al ser estilos de arte distintos.
El libro es un poemario dedicado a lo onírico. Según la Real Academia Española, la palabra proviene del griego “oneiros (ὄνειρος)” que significa «sueño»; hace referencia a los sueños o a las fantasías. El libro titulado, «La Superficie de los Sueños», se centra en esto, con un total de 30 poemas.
La inspiración entre líneas
Antes de comenzar a escribir, Gustavo se planteaba acerca de los sueños, de lo que uno sueña y cómo nos encontramos en ellos. Por lo que decidió reflejarlos en su poesía. Expertos, como Sigmund Freud, sostenían que los sueños existen para satisfacer los deseos que cada persona tiene, e incluso que pueden ser un reflejo fiel y simbólico que se adueña de la mente, de los sueños y anhelos del ser humano. Está claro que durante muchos años, investigadores del tema han tratado de darle un significado lógico a esos sucesos enigmáticos que son los sueños, pero por el momento no se ha logrado comprender por qué y cómo suceden estos.
«Ni la camisa del cumpleaños de mi muerte,
ni los discursos habituales de la vida, ni el humo del cigarro de mi padre que soltaba como a un perro mojado, ni el polvillo de la tiza que mi madre usó sobre la pizarra». |
Al ser tres artistas, cada uno lo interpreta de manera distinta, dado a la visualización y el contexto que les puede rodear, que hace que sea un proceso creativo. A través de la poesía podemos imaginar otros mundos, ambientes, contextos, vidas, futuros, etcétera. Y para Gustavo, eso es lo apasionante de las artes, que se tiene la posibilidad de imaginar muchísimo, y que se convierte en una cuestión fascinante.
Creación del Proyecto
La iniciativa nace de parte de Enrique Cay, quien comentaba que años después de ser el alumno de Gustavo Bracamonte se reencontraron. Gustavo tiene la costumbre de visitar su galería y compartir con él un poco de su trabajo y en una de esas visitas surgió la propuesta de hacer una exposición. La propuesta era fusionar ambas artes: las letras de Bracamonte como una inspiración para los tres pintores. Se llegó a un acuerdo de amistad y cariño que se mantiene en ambas partes. Se obtuvo la creación de la exposición de «La Pluma y El Pincel», con el trabajo en conjunto de dos generaciones, una de padres y sus hijos.
Con un año para preparar sus obras, los distintos pintores se sumergieron en el proceso creativo, con la idea de finalizar e inaugurar la exposición en octubre de este año. Mientras unos pintaban, los poemas de Bracamonte estaban en revisión por Carlos Interiano y Edna Portillo. Entre todos, organizaron los detalles técnicos de la exposición, dándole así una calidad comunitaria e íntima.
Evento con los artistas
Se realizó un coctel el 26 de octubre para la presentación de los artistas e invitados. Un ambiente cálido y lleno de apoyo mutuo entre colegas tanto del autor como de los artistas. La gente que llegó a comprar las obras o verlas, logro charlar con los artistas sobre sus obras y cómo surge el proceso creativo.
A mitad del coctel, se brindaron palabras de agradecimiento al público presente, y a los colaboradores que hicieron posible la exposición de las obras. Comentaron acerca del proceso del evento, y los tres artistas dieron palabras sobre cómo fue trabajar con el autor Gustavo Bracamonte, y el plasmar su poesía en algo físico.
La visión de los artistas
La visión individual de los poemas dio lugar a obras maravillosas, la relación entre los artistas y la poesía de Bracamonte marcaron cómo las pinturas serían plasmadas. La fusión de las distintas técnicas artísticas, como el óleo, acrílico, tintas, pigmentos e incluso resina sobre tela; retrataron los poemas de manera única.
Enrique Cay, los describe como «poemas muy interesantes con un lenguaje muy amplio». Los artistas hicieron uso del diccionario para comprender ciertas palabras de los poemas asignados. Esta complejidad lingüística dio lugar a una exploración creativa más abundante, ya que se volvió un proceso de aprendizaje además de puramente artístico.
Gustavo Antonio particularmente tuvo una experiencia de su trabajo bastante especial, pues su relación con Bracamonte es una de padre-hijo, menciona que a través de los poemas, él llega a conocer de mejor manera a su padre, y entenderlo como un hijo. Cuenta que él como artista entiende que a veces es más fácil expresarse por medio de tu arte, con los colores y formas o la poesía.
¿Qué dice el público?
Un exalumno de Gustavo Bracamonte, llamado José Gatica, comenta que le gusta el arte pictórico y ver las obras con poesía fue un concepto nuevo y muy interesante de asistir. El uso de colores y las formas las describe como espectaculares, y como en cada obra se nota la esencia de los artistas.
Al público le pareció muy original el concepto de arte y poesía. El poder interpretar los poemas con las obras y ver como fueron retratadas. A cada persona le impacta de manera diferente el arte y los poemas, pero claramente todos les pareció espléndida la exposición.